‘El Toreo se viste de Azul’, triunfa una vez más
Ante casi un lleno en el cortijo de la hacienda «El Salitre», enclavada en la ciudad de Querétaro, se dio el festival taurino a beneficio de «El Toreo se Viste de Azul», en donde Arturo Gilio, volvió a tocar pelo al cortar un apéndice.
La faena
Se enfrentó el lagunero Gilio Quintero, al toro, «Cumplido», de la ganadería de Pablo Moreno, que fue bravo, con calidad. Arturo Gilio lo recibió con templadas Verónicas que remato con revolera. Cubrió el segundo tercio, acompañado de su amigo, el subalterno español Fernando Del Toro, para hacerse aplaudir. Con la muleta, Arturo fue construyendo una faena que puso de manifiesto su capacidad torera y ello le permitió cuajar una faena de mucho mérito, pues el astado se vino a menos, por lo que, a base de cruzarse, Gilio pudo estructurar sentidas tandas de muletazos con mucho temple.
Por desgracia, se le fue el triunfo grande al despachar al ejemplar al segundo viaje. Aun así, a petición del público, se le otorgó una oreja de mucho peso, con fuerte petición de la segunda, lo que demuestra también la conexión lograda.
Debutó en público Ignacio Garibay -hijo-, con un novillo de Marrón, con el que mostro pasajes de gran clase y torerismo, lamentablemente falló con la espada, para escuchar dos avisos.
Alternantes
El caballero luso andaluz, Diego Ventura, quien le brindó al diestro en retiro Gerardo Gaya, directivo de «El Toreo se Viste de Azul» y, a «El Calesa», al astado de Villa Carmela, que tuvo calidad, le puso un rejón de castigo para después lucirse en banderillas al cambio y toreando a la grupa. Lo mejor vino al montar a «Gitano» para de manera espectacular colocar más palos al cambio y tres rosas para terminar, pero, falló al matar y se le ovacionó en el tercio.
A pie, Alfonso Ramírez «El Calesa», con el de Ordaz, que se vino pronto a menos, Veroniqueó con clase. Su labor de muleta, tras brindarle a un chaval autista, fue a base de detalles de mucha torería y profundidad, pero, debido a las condiciones del astado, no pudo redondear su faena. Finalizó con torerismo. Acabo de estocada, sin embargo, el burel tardó en caer y descabelló para hacerse ovacionar en el tercio.
Con el de Marrón, Diego Silveti, tras capotear de forma empeñosa, con la pañosa evidenció actitud para dejar algunos pases meritorios, pero, lo incierto del astado y que se apagó pronto, le impidió romper su trasteo. Lo importante fue su intención por triunfar para acabar de estocada algo tendida y descabello, siendo aplaudido.
Isaac Fonseca, con el de Xajay, llamado «Liberal», indefinido en su juego, simplemente bregó, pero, le puso actitud y después de brindarle a otro niño con autismo, con la pañosa realizó una faena a media altura, de evidente disposición y entrega, logrando pases de mucho mérito por el peligro del burel y mató al segundo viaje para cortar una oreja y redondear la triunfal tarde.
Así, Gilio y Fonseca compartieron el triunfo y recibieron las ovaciones más sonoras de la tarde, pero en realidad el triunfo en estas ocasiones es para el toreo mismo, al unir fuerzas por una causa noble.