Pablo López Rioboo
Un torero que tras los percances de ayer está pendiente de una serie de pruebas para descartar posibles lesiones. Según pudo conocer este medio, «el diestro limeño pasó muy mala noche debido a los fuertes dolores, siendo su intención la de cumplir sus próximos compromisos de la temporada, pese a no estar en las mejores condiciones para ello«, un gesto que debe valorar una afición que sorprendentemente ayer no le sacó a saludar tras el gesto de reaparecer sin estar al 100%.
Ya en el abreplaza, un animal de Olga Jiménez, vino el primer percance de la tarde. Andrés quitaba por tafalleras cuando el animal le zancadilleó con su pata trasera dejándolo a merced de este. Por fortuna anduvo rápido y se zafó del animal con una larga de rodillas, pero no le dio tiempo a levantarse haciendo el toro por él. Fueron segundos de angustia, el toro se ensañaba con un torero que acabó visiblemente dolorido y echándose la mano al muslo izquierdo donde no es descartable que tuviera una pequeña cornada interna.
Se le colocó a Roca Rey un vendaje en el muslo nada más acabar la vuelta al ruedo, ese que más tarde se quitaría al estar incómodo debido a la presión que le ejercía sobre dicho mismo. Tras pasaportar al animal y ser ovacionado entraría en la enfermería y no saldría hasta bien avanzada la faena de David de Miranda al cuarto. Una tarde torcida para un torero que tampoco lo vio nada claro con la espada, algo que le hizo perder el trofeo del tercero pese a la desigualdad de su labor.
En el quinto volvería a ser prendido por un manso astado de Matilla que no hizo caso al toque y se lo llevó por delante en un inicio por estatuarios. Otra vez la misma zona sería la que se llevaría el golpe del animal. Andrés visiblemente dolorido se volvía a echar la mano a esa zona de su cuerpo, continuando la lidia metiendo en el canasto al animal que pese a tener buen embroque estaba condicionado por su mansedumbre. Para colmo volvería a pinchar el premio que se había ganado con un animal que embistió a oleadas.
FOTOGALERÍA: JOSERRA LOZANO