Triunfo de la fiesta en el Aniversario de La México
Los tres matadores salieron a hombros tras una gran tarde de toros
Enrique Ponce reforzó su cartel en La México en una gran actuación
Flores y Adame se reivindicaron como el futuro del escalafón mexicano
La gran tarde de toros de la Temporada Grande de La México llegó con la segunda corrida del 73 aniversario. La afición llenó tres cuartos de aforo de la imponente monumental. Los tres matadores salieron a hombros y Pablo Hermoso de Mendoza cortó una oreja en una nueva lección de pureza magistral a caballo.
Se lidiaron toros de Los Encinos en una tarde llena de interés y de emoción. La corrida estuvo muy bien presentada. Enrique Ponce cortó dos orejas al serio segundo tras una faena en los terrenos de chiquieros que encontró mayor ligazón sobre la derecha. Ponce se adornó por poncinas y chivanas en los finales, según informa Mundotoro, antes de una buena estocada. Dio una vuelta al ruedo en su siguiente turno en una vuelta al ruedo tras estropear con la espada una paciente labor al manso sexto. Ponce no se aburrió y extrajo lo mejor del toro. Volvió a demostrar por qué es un consentido en La México.
Si en la corrida anterior del Aniversario Luis David Adame había sacado a hombros a su hermano Joselito, en esta ocurrió lo mismo a la inversa. El hermano mediano de los Adame cortó dos orejas en una faena de mucha capacidad. Recibió a su primero por caleserinas y se impuso a la falta de clase del toro que no humilló en ningún momento. Fue prendido alarmantemente en las bernadinas finales -que le causó una cornada interna-. Tras mostrar toda su determinación, estoqueó con rectitud. Se dobló con el octavo, que no permitió el lucimiento.
Sergio Flores cortó una oreja a cada toro de su lote. La primera fue a un enrazado toro que exigió mucho. Tiró la moneda al aire Flores que apostó en todo momento. Muy emocionantes resultaron las manoletinas finales. Meritoria labor bien recompensada. El séptimo también resultó exigente pero en otra línea, la de medir antes de embestir. Flores demostró capacidad para aguantar esas pruebas, esas miradas y logró tirar de la embestida con raza torera. Tras un pinchazo, cobró una estocada formidable y el trofeo no tuvo discusión alguna.
Hermoso de Mensoza, por sus fallos con el acero, se fue andando del coso, pero sus dos faena rezumaron maestría. Cortó una oreja al quinto de la tarde tras una faena comprometida y clásica. El par a dos manos al final de la obra y el certero rejonazo culminaron una faena importante. Ante el que abrió plaza también rayó a gran nivel pero no redondeó con los aceros.