Nuevos hallazgos sobre Paquimé
Teniendo como sede el Museo de Paquimé más de 30 investigadores relacionados con la arqueología presentaron ponencias que permitieron reflexionar con nuevos enfoques acerca de la trascendencia de la cultura Casas grandes su influencia regional y especialmente de la ciudad de Paquimé.
Los temas fueron variados; desde los estudios de datación histórica que nos hablan del período viejo comprendido aproximadamente entre los años 800 al 1100 de nuestra era, y el período medio o de mayor esplendor en Paquimé registrado en el 1200 y 1400. También se presentaron resultados de estudio de la presencia Casas Grandes en los pueblos antiguos del noreste de Sonora, y por supuesto en lo que se conoce el suroeste del actual Estados Unidos de Norteamérica. Desde luego que no faltaron las reflexiones en torno al simbolismo y significado de la cerámica, y desde luego la arquitectura de tierra cuyo valor excepcional en Paquimé se consideró el atributo principal para que la Unesco inscribiera a Paquimé en la lista de patrimonio mundial.
Sin embargo, más allá de estos temas recurrentes uno que especialmente llamó la atención fueron los estudios de ADN que se realizaron con poblaciones de individuos pertenecientes al período antiguo y al período medio, así como su posible vinculación con otros grupos distantes de Paquimé que pudieron haber ejercido una influencia determinante en su evolución.
La doctora Meredeth Snow concluyó, en sus estudios de ADN mitocondrial, que los antiguos pobladores del período viejo que vivieron principalmente en casas circulares u casas enterradas tuvieron la capacidad de evolucionar en todos los sentidos para generar el centro prehispánico de población más importante en el norte de México. Esto, sin dejar de reconocer la influencia cultural que pudieron haber ejercido otros pueblos del suroeste de los Estados Unidos pero en términos culturales y no poblacionales es decir, la doctora Snow sugirió que no hubo importantes migraciones de otras latitudes que hayan determinado el desarrollo de Paquimé, a diferencia a lo que habían sugerido muchos investigadores anteriormente.
Otro de los hallazgos que llamaron mucho la atención en la 1° Mesa Redonda de Paquimé llevada a cabo los días 26 y 27 de octubre, refiere a las prácticas recurrentes de modificación craneoencefálica practicada entre la población de la antigua Paquimé, gracias al estudio
realizado por la antropóloga física Sara Daniela Somohano Mariscal en más de 230 individuos que fueron encontrados durante las excavaciones realizadas por Charles Di Peso hace más de 60 años.
La antropóloga Somohano describió que esta práctica cultural de modificación craneana también se presentó en otras culturas del mundo, y que, los estudiosos de este tema coinciden en qué tiene relación con un tema identitario donde la población tiene como elemento común y compartido la forma craneana geométrica en la parte posterior de la cabeza. Estos hallazgos plantean nuevas rutas para enriquecer el conocimiento sobre la cultura Casas Grandes, y reivindica a Paquimé como un gran acervo cultural chihuahuense.
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