México.- Si hablamos de música mexicana, es necesario mencionar a don Antonio Aguilar, un icono de las rancheras que hasta la fecha su legado sigue siendo todo un orgullo para el país, sin embargo, convertirse en eso no fue para nada fácil, en cantante tuvo que pasar por grandes obstáculos durante su vida, mismos que lo ayudaron a forjarse como todo un artista pero sobre todo como persona.
Pascual Antonio Aguilar Barraza, mejor conocido como Antonio Aguilar nació el 17 de mayo de 1919 en la ciudad de Villanueva en Zacatecas. Desde muy joven se preparó y luchó para convertirse en uno de los mejores interpretes de música mexicana.
«El Charro de México», creció dentro de un buen ambiente familiar en la hacienda «La Casa Grande de Tayahua» construida por sus ancestros. Su padre, Jesús Aguilar, era un hombre trabajador dedicado a las tierras, mientras que su madre, Ángela Barraza, siempre tuvo gran talento para la música, de hecho cantaba en una iglesia de la ciudad. Podría decirse que el principio de su niñez fue demasiado tranquilo y económicamente estable hasta que una promesa los dejaría en la calle.
Resulta que don Jesús, padre de Antonio Aguilar, fungió como aval de unos de sus hermanos, sin embargo, este murió y no tuvo otra opción más que hacerse responsable. Fue en ese momento cuando el cantante aprendería una de las lecciones más importantes en la vida, «los hombres de bien deben tener palabra de honor para ser respetados»
Esta promesa, provocó que toda la familia Aguilar perdiera su fortuna e incluso terminaran en la calle pues a pesar de no existir algún documento el señor Jésus tomó la decisión de cumplir su palabra; este sería el comienzo de una vida llena de retos para don Antonio.
Antonio Aguilar pudo ser piloto aviador
Esta situación hizo que el «Charro de México» y sus hermanos aprendieron a ganarse la vida trabajando arduamente en el campo, tanto así que Mariano, uno de sus tíos, reconoció su gran perseverancia ofreciéndole trabajo como su secretario particular. Al pasar el tiempo, Mariano quiso apoyar de mejor manera a su sobrino y se lo llevó a la Ciudad de México a probar mejores oportunidades. Algo que muy pocos conocen es que Antonio Aguilar, pudo haberse convertido en un piloto aviador, ya que su tio intentó pagarle la carrera de aviación en Nueva York.
Cabe señalar que este nuevo reto no era nada fácil ya que Aguilar solo había terminado la primaria y desde luego que no sabía ingles, no obstante, esto no fue un impedimento, pues desde el primer momento comenzó a estudiar ininterrumpidamente hasta que pudo terminar la secundaria, la preparatoria y aprendió algo de ingles.
Todo pareciá marchar a la perfección, Antonio Aguilar cruzó a los Estados Unidos para convertirse en todo un piloto aviador, sin embargo, en su corazón siempre supo que su verdadera vocación era la música, sobre todo cuando por sorpresa recibió una beca para cantantes en «La Gran Manzana» en Nueva York; oportunidad que no pudo rechazar.
Esta precipitada decisión, no agradó para nada a su tío y le retiró su apoyo al enterarse que había cambiado su carrera. Don mariano, le envió un telegrama con un fuerte mensaje que incluso don Antonio recordó con dolor hasta los últimos días de su vida.
En mi familia no hay payasos te voy a cancelar la beca», dijo el tío en el telegrama.
Lo difícil apenas comenzaba
Como era de esperarse, Antonio Aguilar no tuvo otra opción más que regresar a México, a trabajar de lo que fuera con tal de lograr algún día su sueño, convertirse en un grande de la música. Pasó el tiempo «picando piedra» hasta que despues de mucho trabajo y preparación en el canto, logró viajar nuevamente a Estados Unidos, esta vez iría directamente a Hollywood a buscar alguna oportunidad.
Una vez en territorio estadounidense, tuvo la oportunidad de convertirse en el mandadero del maestro español, Andrés de Segurola, todo a cambio de que le diera clases de canto. Desafortunadamente esta experiencia duraría muy poco pues Aguilar sería repatriado y comenzaría una nueva vida en la ciudad de Tijuana.
De nueva cuenta en México, Aguilar comenzó a trabajar como cantante en distintos bares de la ciudad, actividad que desempeño por mucho tiempo hasta que fue ganando algo de fama y sobre todo dinero, mismo que le serviría para mudarse a la Ciudad de México y adquirir el cabaret «El Minuit», lugar que bajo su administración se colocaría como uno de los más reconocidos en el país.
Aún no estaba satisfecho
El lugar se convirtió sin duda en todo un éxito, sin embargo, Aguilar sabía muy en el fondo de su corazón que eso no era para él, así que un día cualquiera tomó la decisión de regalar la empresa a sus empleados. Cabe mencionar que esto no representaba un declive en su carrera, pues justamente en ese tiempo las cosas comenzaron a mejorar en el ámbito de la música y hasta la actuación.
Antonio Agular consiguió en 1950 debutar en la XEW, además que logró firmar contrato con un productor de cine y participó en 18 películas junto a grandes celebridades como Pedro Infante, Silivia Pinal, Los hermanos Soler, entre otros.
Cualquiera podría decir que Antonia Aguilar se encontraba en el mejor momento de su carrera, pero aún así, él no estaba satisfecho pues sentía que no había cumplido su meta de convertirse en un gran cantante de talla.
Antonio Aguilar se convierte en cantante de música ranchera
Contrario a lo que muchos pensaban, Antonio Aguilar no comenzó cantando música ranchera sino boleros e incluso ópera, pero fue hasta que un día en Puerto Rico, el compositor Rafael «Jibarito» Hernández, le sugirió que comenzara a cantar música regional.
Esta fue uno de los mejores consejos que Aguilar pudo haber recibido en su vida, pues desde ese momento su carrera como cantante tuvo un crecimiento enorme, tanto así que hasta hoy en día después de su muerte sigue siendo recordado como un ícono de la música mexicana, sin duda alguna, don Antonio Aguilar logró su meta.
Un gran legado
Por si fuera poco, tal como don Antonio Agular heredó de su madre la pasión por la música, él logró hacerlo con su hijo Pepe Aguilar y hasta con su nieta, la pequeña Ángela, quien ahora se ha convertido en toda una celebridad a pesar de su corta edad.
Recientemente la joven publicó una foto donde aparece ella siendo apenas una bebé junto al «Charro de México. Desafortunadamente, Antonio Aguilar falleció un 19 de junio de 2007, cuando Ángela tenía 5 años de edad.