En una tarde en la que destacó su voluntad por agradar al público venteño que registró un cuarto de entrada AARÓN ARGUIJO
Con el ejemplar número. 37, de nombre «Veinteañero», el más serio del encierro de la ganadería López Gibaja, el mexicano Eduardo Neyra se presentó como novillero con picadores en Las Ventas de Madrid, España, en una tarde en la que destacó su voluntad por agradar al público venteño que registró un cuarto de entrada. Alternó con Diego García que se fue de vacío, mientras que Jesús Moreno logró dar vuelta al ruedo en el último burel.
Con entrega y disposición, ante un ejemplar deslucido, Eduardo Neyra realizó un quite por ajustadas chicuelinas y logró pasajes meritorios con la muleta. Tras pinchazo y el empleo del descabello, terminó su labor entre el silencio más dos avisos.
El cuarto novillo, segundo de su lote, fue devuelto por falta de coordinación. En su lugar saltó a la arena un reserva de El Cotillo al que Eduardo lidió en los medios, de rodillas, le ejecutó pases cambiados. El astado no dio mayores opciones al duranguense, que se justificó en Las Ventas. Silencio tras aviso.