Por: José Luis Jaramillo Vela
Existencia y confusión
A través del tiempo, los nombres tan parecidos, casi homónimos de estos dos personajes han causado confusión entre los mexicanos, al grado de que, en su momento, la gran mayoría no sabíamos si eran personajes ficticios de alguna novela costumbrista mexicana o si en realidad existieron y tomaron parte activa en algún hecho histórico de nuestro país.
Esta confusión acerca de la existencia de nuestros dos personajes tiene que ver con que se encuentran un poco escondidos entre los telones de la historia, son poco mencionados y su aparición en los libros de texto es muy fugaz o casi nula, siendo la cultura popular la que los ha recogido y los ha hecho famosos a través de historietas, corridos y películas, de modo que la visión generalizada y equivocada que tenemos de ellos es de que se trata de personajes novelescos más que históricos.
Una suerte similar a estos dos, han seguido personajes como Rosita Alvírez, Jesús Arriaga, alias “Chucho el Roto”, los Bandidos de Río Frío, Heraclio Bernal y Benjamín Argumedo, quien asesinó a trescientos chinos en Torreón y otros tantos personajes de quienes los mexicanos no estamos seguros de si existieron o no, ya que se hallan entre los límites de la ficción y de la realidad histórica y de quienes en posteriores entregas hablaremos de ellos. Ahora veamos quienes fueron en realidad estos dos personajes, ambos contemporáneos y tan parecidos en sus nombres que son casi iguales, pero completamente diferentes en la vida real.
Gabino Barreda, el conservador
Gabino Eleuterio Juan Nepomuceno Barreda y Flores-Alatorre, nació el 19 de febrero de 1818 en la Ciudad de Puebla de los Ángeles, dentro de una familia ultraconservadora; hijo de Don Antonio Barreda y de Doña María Dolores Flores-Alatorre, en su ascendencia familiar había encumbrados personajes relacionados y emparentados con la realeza española, con virreyes de la Nueva España y con la alta jerarquía de la Iglesia católica de México, por lo que Gabino fue criado y educado enteramente dentro de un ambiente en extremo conservador; Gabino realizó sus primeros estudios en Puebla, para trasladarse después a la Ciudad de México e iniciar sus estudios profesionales.
Gabino Barreda, el polímata
El joven Barreda tenía demasiadas inquietudes y ansias de conocimiento, también él quería que todas las personas tuvieran el gusto y el deseo de cultivarse y aprender de todos los conocimientos; desde muy joven se fue fraguando en él ese deseo de aportarle a la gente los medios necesarios para la educación y el conocimiento, pero para ello, primero debía educarse y cultivarse él mismo.
Por ese motivo, Gabino Barreda estudió y sacó adelante su carrera de Licenciado en Derecho, luego estudió la carrera de Química y la de Ingeniero en Minas y posteriormente ingresó a la Escuela Nacional de Medicina para obtener su título de Médico Cirujano, para rematar obteniendo su título de Lic. en Filosofía en París, Francia; toda una eminencia, siendo tan joven ya se había titulado de cinco carreras diferentes.
Gabino Barreda, el filósofo
Recién había concluido Gabino sus estudios de Medicina, cuando ocurre la invasión de Estados Unidos a México; en esta época Barreda fue duramente criticado por no defender a la Patria, mientras que miles de jóvenes mexicanos de todos los estratos sociales se estaban enlistando en el ejército y tomando las armas para defender al país, Gabino Barreda por instancias de sus padres, para evitar que muriera en la guerra permaneció escondido en algún lugar dentro del Estado de Puebla; aunque fue por órdenes de sus padres, él se defendió diciendo que no era un hombre de armas ni de guerra.
Una vez finalizada la guerra con Estados Unidos, Gabino Barreda decide irse a París, Francia, donde estaba su amigo Pedro Contreras Elizalde, quien lo había interesado en la filosofía del positivismo; ahí en París, Barreda estudia la filosofía positivista nada menos que con Augusto Comte, el creador de esta corriente filosófica. El positivismo, básicamente es una ideología conservadora que tiene como fin el establecimiento de un orden en la sociedad; se opone de manera total a la ideología revolucionaria de la libertad sin límites, proponiendo una libertad ordenada, la idea de que la misma libertad contribuyera al orden social.
La corriente del positivismo rechaza por completo la idea de la igualdad social, bajo el argumento de que ninguna persona es igual a otra ni en lo físico, ni en lo intelectual ni en lo social y por el contrario, el positivismo promovía la idea de una “jerarquía social”, en la que cada persona tiene un determinado puesto en la sociedad; este lugar social, estaría determinado por el trabajo y el esfuerzo personal, así como por sus capacidades propias; el positivismo considera que en la sociedad debe haber hombres que dirijan y trabajadores que obedezcan. Todo ello impulsado por un orden social, un auge científico y educativo que acabe con la ignorancia y la pobreza.
Gabino Barreda, el político
En 1853, Gabino Barreda regresa a México, comienza a impartir clases en la Escuela Nacional de Medicina en donde obtiene otro título médico, ahora como Médico Patólogo, al mismo tiempo que imparte clases de Filosofía en el Colegio de San Ildefonso, empezando con esto a difundir el positivismo en México; ahí sus más destacados alumnos fueron Justo Sierra, Porfirio Parra, Pablo Macedo, Joaquín Casasús, José Yves Limantour y Emilio Rabasa.
Durante la Segunda Intervención Francesa, Barreda se traslada a Guanajuato, donde ejerce otro de sus títulos como Ingeniero en Minas e ingresa a la política, siendo electo Diputado Federal por Primer Distrito de Guanajuato; en esta etapa como diputado por Guanajuato, escribe su famosa “Oración Cívica”, un postulado de veintitrés páginas en donde resalta los postulados del positivismo de Libertad, Orden y Progreso, en donde la libertad es el medio, el orden es la base y el progreso es el fin de toda sociedad.
En 1867, Barreda es electo Diputado Federal por el distrito 4 del Distrito Federal, es en esta etapa cuando cae el Imperio de Maximiliano, son expulsados los franceses y Juárez recupera la República; es entonces cuando Benito Juárez lee la Oración Cívica de Barreda y le causa gran impacto a pesar de ser un liberal extremo.
Gabino Barreda, el educador, sienta las bases de la educación en México
En 1868, el Presidente Benito Juárez ordena al Secretario de Justicia e Instrucción Pública, Antonio Martínez Castro, presentarle un proyecto para una profunda reforma educativa en México, para ello fue designado el Ingeniero Francisco Díaz Covarrubias, quien a su vez se apoyó en Gabino Barreda para desarrollar el proyecto. Fue Gabino Barreda quien se encargó por completo del proyecto, reformó por completo la educación primaria y acortó la educación secundaria para incluir en el proyecto a la educación preparatoria, que no existía y conectarla con los estudios superiores; todo ello bajo los principios de orden, libertad y progreso, con la finalidad de que la educación fuera pública, gratuita y obligatoria.
Cuando Juárez ve el proyecto, pide conocer a Gabino Barreda y queda muy complacido con su proyecto, a pesar de la enorme distancia ideológica entre ambos, Juárez le encarga a Barreda desarrollar los programas de educación preparatoria y fundar la Escuela Nacional Preparatoria, de la que Gabino Barreda fue su fundador y primer director, bajo el lema de: “Amor, Orden y Progreso”.
Gabino Barreda, el legado
Gabino Barreda puso las bases de la educación pública gratuita y obligatoria en México, bajo las bases de libertad, orden y progreso, entendió que la única manera de comenzar a salir de la pobreza es acabando con la ignorancia, a base del conocimiento, del estudio y de la investigación y aplicación de las ciencias; este esquema educativo se aplicó en México durante 150 años, hasta el 2018, año en que el nuevo gobierno comenzó a derrumbar ese gran proyecto educativo, que hoy funciona exactamente al revés, buscando la opacidad y la ignorancia para no solo seguir en la pobreza, sino generar más pobres, puesto que la pobreza es la materia prima de un régimen dictatorial.
Otra parte de su legado, fue que al asumir el Presidente, General Porfirio Díaz, todo su gabinete fueron alumnos de Gabino Barreda en la corriente filosófica del Positivismo, por lo que fundaron el Partido Científico. Después de Augusto Comte, fundador de esta corriente filosófica, Gabino Barreda es considerado como su mejor exponente en todo el mundo. En 1878, es nombrado Embajador de México ante el Imperio Alemán.
En 1881, Gabino Barreda fallece en la Ciudad de México, a los 63 años de edad, luego de cumplir su misión diplomática; en 1968, por decreto del Presidente Gustavo Díaz Ordaz, sus restos son trasladados a la Rotonda de las Personas Ilustres.
El otro Gabino, Gabino Barrera, el de origen campesino
Sobre este personaje de la historia de México ha rondado siempre la sombra del misterio y del mito; para algunos nació en Chiapas, para otros nació en Guerrero, otros dicen que en Jalisco y para otros más ni siquiera existió y lo consideran un mito; otros mencionan que nació en 1828, otros que en 1875 y así ha sido siempre con este personaje inmortalizado en corridos, películas y novelas, es tan conocido que su historia real es desconocida para la gran mayoría de los mexicanos.
Gabino Barrera habría nacido en Ajuchitlán, Guerrero en 1875, hijo de campesinos muy pobres; aparentemente su familia habría emigrado desde Zirándaro, un pueblito a orillas del Río Balsas limitando con el Estado de Michoacán hasta Ajuchitlán, también sobre el Río Balsas, pero aguas más abajo. Gabino vivía en la pobreza y desde pequeño tuvo que trabajar… y robar.
Gabino Barrera, el mujeriego, borracho y atravesado
El joven Barrera nunca tuvo acceso a la educación, ni hogareña ni escolar, por lo que creció en la ignorancia, aprendió a medio escribir y hacer cuentas básicas en la calle, donde nunca falta alguien que te enseñe algo, ya sea para bien o para mal; aunque trabajaba en las labores agrícolas y ganaba para medio vivir y mantenerse él solo, sus amistades comenzaron a ser no muy recomendables.
Gabino vestía a la usanza campesina, muy pobremente con su pantalón y camisa de manta, huaraches y sombrero campesino y su paño rojo al cuello; era bigotón y si bien no era un galanazo, tampoco era un adefesio, a las muchachas les gustaba su porte, además era de ojo alegre y sabía llegarle a las mujeres, no tenía educación pero sí sabía hablarle muy bonito a las mujeres, por lo que tenía muchas novias, no solo en Ajuchitlán, sino en los pueblos circunvecinos; eso, el ser mujeriego y sus excesos de bravucón cuando se embriagaba, comenzó a generarle el ser mal visto por algunos otros hombres.
Gabino Barrera, el bandido
Pronto Gabino se hizo de mala fama por sus borracheras y su carácter atravesado y sin razón, a la menor provocación amagaba con desenfundar su revólver y eso ya comenzaba a fastidiar a más de uno; por si fuera poco, ya había dos o tres muchachas embarazadas de Gabino, quien se negó a hacerse responsable de sus amoríos y optó por reunir a un grupo de hombres e irse rumbo a la sierra guerrerense.
Así comenzó Gabino Barrera en el bandidaje, aunque ya desde niño se robaba algunas cosas, era para subsistir, pero ahora ya era diferente, comenzó a asaltar caminos y pueblos, a robar haciendas, ranchos y negocios y a matar personas si era necesario; se dice que parte de las ganancias de sus atracos y asaltos Gabino los utilizaba para ayudar a personas muy necesitadas en la región y eso le atrajo simpatías y protección de los mismos pobladores,
que sabían dónde se ocultaba, pero no lo denunciaban. Ese fue el modus vivendi de Gabino Barrera hasta que estalló la Revolución Mexicana.
Gabino Barrera, el revolucionario
En plena Revolución Mexicana, Gabino Barrera ya traía ansias de poder, habló con Francisco I. Madero ya como Presidente, acerca de incorporarse al movimiento, Madero ya estaba enterado de los antecedentes de Gabino y le dice que lo va a poner bajo las órdenes del General Francisco Villa en la División del Norte; Gabino, que ya sabía de lo estricto que era Villa y pensando que iba a sufrir mucho bajo su mando, le da las gracias a Madero y se regresa a la Sierra de Guerrero a continuar en el bandidaje
En esas andaba Gabino Barrera, cuando un buen día, pobladores de la zona le informan de una tropa de zapatistas que están saqueando pueblos, ranchos y negocios y se están llevando mujeres hacia el Estado de Morelos; Gabino y su gavilla prestos a los caballos para ir en busca de los zapatistas hasta que los encuentran, estableciéndose un pequeño zipizape hasta que se rindieron los zapatistas; Gabino de inmediato pregunta por las mujeres al jefe de la tropa, quien le responde que ya tienen pareja y van rumbo a Morelos; Gabino pregunta quién ordena esos saqueos y el jefe de la tropa le responde que el General Emiliano Zapata.
Acto seguido, Gabino Barrera le ordena al jefe zapatista que vaya a decirle a su jefe Zapata que quiere de regreso a todas las mujeres que se llevaron y sin ningún rasguño, mientras, toda su tropa se quedaría ahí como rehenes; el cuartel general de Zapata estaba en Tlaltizapán, Morelos, a 150 kms. de Ajuchitlán, por lo que en tres días estaba ahí el mismísimo Emiliano Zapata, quien le hace entrega a Gabino Barrera de todas las muchachas levantadas y se disculpa Zapata diciendo que lo de las mujeres él no lo ordenó.
Emiliano Zapata le propone a Gabino Barrera unirse al Ejército Libertador del Sur y la respuesta de Gabino fue: “No me quise unir a la División del Norte, porqué me he de unir a ti”, a partir de esa respuesta, Zapata le explica a Gabino de que México los necesita para acabar con la miseria de tanta gente, en fin, termina convenciendo a Gabino de unirse a él, peleando en Guerrero.
Gabino Barrera se convirtió en el más fiel seguidor de Emiliano Zapata en Guerrero, reunió un ejército de dos mil hombres y peleó a su lado en Morelos, Puebla, Estado de México, Guerrero, Oaxaca y Tabasco, aunque su frente de operaciones era la Sierra de Guerrero. Siempre con el objetivo de restituir a los campesinos las tierras que consideraban eran de ellos. Gabino y su ejército pelearon durante cuatro años a las órdenes de Emiliano Zapata.
Gabino Barrera, su muerte
Hasta en el tema de su muerte hay discrepancias, unos dicen que fue en 1919, otros que en 1915, siendo esta última la más aceptada; quien sí murió en 1919 fue Zapata, tal vez de ahí surge la confusión. Gabino Barrera tenía ya muchos enemigos, dentro y fuera de la Revolución; eran demasiados los hijos que tenía regados por todos lados, incluso embarazaba a mujeres casadas; se debe reconocer que Gabino Barrera a pesar de todo, nunca fue un violador, era un mujeriego y un conquistador, que es muy diferente.
Hasta que un día de 1915, en Tlapehuala, Guerrero, uno de tantos maridos ofendidos y avergonzados por los amoríos de sus mujeres con Gabino Barrera decidió acabar con él; un ciudadano de nombre Oscas Castillo, al frente de otros ocho maridos caídos en vergüenza, asesinan a Gabino Barrera con dieciocho descargas de fusil Máuser. Así terminó
la vida de este personaje que fue un bandido, un revolucionario, un mujeriego empedernido y un borracho intransigente, que como dice su corrido: “no entendía razones andando en la borrachera”; pero quizá lo más rescatable de Gabino Barrera haya sido su enorme lealtad a Emiliano Zapata y a la Revolución, y quizá eso mismo sea lo que menos le ha reconocido la historia.
Gabino Barrera, post mortem
Gabino Barrera pasó a ser un mito y una leyenda gracias al Maestro Víctor Cordero Aurrecoechea, quien en 1963 compuso el Corrido de Gabino Barrera que grabó Antonio Aguilar, resultando un hitazo en la radio y en la venta de discos. El mismo Antonio Aguilar filmó cuatro películas sobre Gabino Barrera:
+ Gabino Barrera (1964)
+ El Hijo de Gabino Barrera (1965)
+ La Captura de Gabino Barrera (1967)
+ La Venganza de Gabino Barrera (1968)
Todas ellas verdaderos éxitos en taquilla en esa época
+ En 1982, David Reynoso y Vicente Fernández filman Juan Charrasqueado y Gabino Barrera, pero ya sin el éxito de las anteriores.
+ También el gran actor Ignacio López Tarso compuso y grabó un Corrido de Gabino Barrera, aunque en ambos corridos se destacaban sus cualidades físicas, la diferencia con el otro corrido era que el de Victor Cordero destacaba sus aficiones y debilidades, mientras que López Tarso destacaba sus virtudes.
Referencias Bibliográficas:
+ quienfue.click
+ narcoenmexico.com
+ facebook.com + www.sandiegostateuniversity
+ e1.portalacademico.cch.unam.mx
+ citas.in
+ repositorio.colmex.mx
+ divcsh.izt.uam.mx
+ debate.com.mx
+ mariachisoldelmediterraneo.es
+ es.wikipedia.org