OCU recuerda que, en 2018, según los últimos datos publicados por parte de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) en España se produjeron 622 brotes alimentarios.
La Organización de Consumidores y usuarios (OCU) ha advertido de que las altas temperaturas en verano favorecen el crecimiento de microorganismos en los alimentos y la cadena del frío se puede romper más fácilmente, provocando que los alimentos se estropeen con más rapidez y haya más facilidad para que se produzcan intoxicaciones alimentarias.
Por todo ello, OCU insta a extremar la higiene personal para evitar intoxicaciones alimentarias. «Hay que lavarse cuidadosamente las manos tras ir baño, si se tocan animales, plantas, tierra etc. Y siempre antes de manipular alimentos», señalan. Igualmente, apuntan que después de cocinar, se debe refrigerar la comida cuanto antes: «No es conveniente dejarla a temperatura ambiente, ya que es a la que más rápido crecen las bacterias». En este sentido, recuerdan que la fruta pelada y/o cortada debe mantenerse en refrigeración.
Si se va a salir al campo o a la playa, los expertos de OCU instan a llevar la comida en recipientes muy limpios y herméticamente cerrados. «Es necesario mantener fresca la nevera o cesta con la comida, con acumuladores o una bolsa de hielos, o refrigérala con agua del mar o río», añaden. OCU recuerda que las sobras de comida deben ir «lo la más rápido posible a la nevera o al congelador si se quieren aprovechar, o a la basura, si no se van a utilizar».
«Hay que dejar los alimentos tapados y bien protegidos: así se evita la contaminación por insectos, polvo y otros agentes contaminantes. Mantén las mascotas alejadas de los alimentos. Hay que evitar la contaminación cruzada: tablas, platos o cubiertos usados con alimentos crudos, no se pueden utilizar otra vez con los cocinados sin haberlos lavado. Lo ideal sería emplear distintos utensilios para cada tipo de alimento/preparación. Al servir las salsas, ensaladas o guisos, se deben utilizar cubiertos limpios», insisten.
Por otra parte, señalan que se debe recalentar solo la porción que se vaya a consumir; y que en la compra hay que dejar para el final los alimentos que necesitan refrigeración o congelación y darse prisa para volver a meterlos en frío lo antes posible.
OCU también argumenta que si se está en un lugar donde el agua no ofrece garantías, es mejor tomarla embotellada y evitar el hielo. «En ese caso también se debe tener cuidado con las verduras frescas, frutas sin pelar y los moluscos», agregan.Por último, detallan cuáles son las temperaturas para conservar la comida: «En el congelador, por debajo de -18 ºC. En la nevera, las carnes y pescados crudos deben mantenerse entre 1 y 4 ºC y el resto, entre 5 y 8 ºC». «En general, la zona más fría de la nevera es la que está en contacto con el congelador: el estante de arriba en los frigoríficos tradicionales y, en los modelos combi, la parte donde están los cajones para las verduras o justo encima de ellos», concluyen.