— Le tunden en las redes al proyecto de la torre Centinela de la SSPE
— Rogelio Ramos, aplaudidor de Maru y testaferro contra Lilia Merodio
— Mario Vázquez se lava las manos y niega haber presionado a la exsecretaria
— La ex sindica Leticia Ortega escupe para arriba al defender lo indefendible
Para una ciudad como Juárez, con graves carencias en su infraestructura urbana, con obras mal planeadas y peor ejecutadas, así como algunas que no han sido terminadas y mantienen el caos en las calles, el anuncio de otra obra emblemática del Gobierno del Estado generó una ruda controversia en la opinión pública.
Fue el anuncio de la construcción de la Torre Centinela, que albergará el Centro de Seguridad Pública Estatal, lo que provocó reacciones diversas en las redes sociales por el costo que tendrá, por la zona donde quedará localizada y por la utilidad del costoso edificio, mientras otras obras están inconclusas y las calles de la ciudad lucen en condición de desastre.
La Torre Centinela, que dio a conocer la gobernadora Maru Campos como su obra emblemática en materia de seguridad pública, que será la sede de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal para monitorear la ciudad y responder de manera efectiva en el combate a la delincuencia, despertó también grandes esperanzas en mucha gente que ya no siente lo duro, sino lo tupido en cuestión de inseguridad.
Pero en las redes sociales fue donde se percibió principalmente el humor de ciudadanos, que compararon el plazo de 18 meses fijado para ejecutar la Torre Centinela, con los años que tienen sin terminar las obras del puente de las avenidas Zaragoza y las Torres.
Por ejemplo, el usuario Tiger Cordera cuestionó: ¿18 meses??… “No han podido con un puente en más de 2 años”. Otro comentario de ML Covarrubias también se refirió a otras obras inconclusas, como el puente de la Henequén y las Torres, donde el congestionamiento vial genera un caos todos los días.
En las criticas predominaron los señalamientos a las condiciones de las calles, por falta de buen pavimento y exceso de baches.
Así fueron algunos de los comentarios más rudos:
– “Mejooor deberían arreglar las calles no inventeeeeeeen. Los carros tan bien jodidos por los mugres hoyos”
– “Pinches calles están hechas mierdas y estos haciendo sus edificios, por eso no salimos de lo mismo gobierno”
– “Primero calles de primera, y ya después nos convertimos en Dubai …. Siiiiiiuuuuu”
Para otros, como Andrea Varela, el proyecto es muy innovador, pero se requieren primero hospitales y escuelas.
– “No se necesita una Torre, se requiere que los jueces, policías y funcionarios dejen de ser corruptos, además con que se aplique la ley con todo el rigor es suficiente para limpiar la ciudad y el estado”, opinó Rodrigo Equis.
Mientras que Eduardo González preguntó sobre el origen de los recursos con los que se van a pagar los 200 millones de dólares. “¿más deuda? ¿más impuesto? El PAN no sabe otras soluciones”, dijo en su post.
También hubo opiniones de ciudadanos que suelen transitar a pie por las calles del centro de la ciudad, donde quedará el edificio de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal.
– “Que preparen los comerciantes del centro su cambio de domicilio o de lo contrario están destinados a la quiebra”, dijo una vendedora de calzado del pasaje comercial Juárez, refiriéndose a las afectaciones que la obra causará en toda la zona durante los 18 meses que dure su construcción.
Partiendo de esa advertencia, será bueno anticipar que miles de usuarios del estacionamiento de la Exaduana tendrán que buscar aparcamientos en las calles aledañas que ya están congestionadas por las terminales de transportes y la mercadería del comercio ambulante.
La obra de la Torre Centinela indudablemente es buena, porque tiene el propósito de terminar o disminuir con el viejo y grave problema de inseguridad de la ciudad, pero de que va a causar problemas viales, desplome de las ventas de los comercios vecinos y caos en las terminales de transporte de pasajeros, que tendrán que ser reubicadas, tampoco hay la menor duda.
Habrá que esperar que la obra en cuestión no sea otro elefante blanco, sino que reactive la zona, comenzando por la remodelación, tantos años postergada, del Centro Histórico y el reordenamiento de calles y plazas comerciales, saturadas con el comercio ambulante… y la delincuencia.
Por cierto que, a propósito de la presentación del programa Centinela, quien llegó al evento portando flamantes rodilleras Truper fue Rogelio Ramos Guevara, presidente de la Canaco Juárez.
El empresario hotelero interrumpió la presentación que hacía la gobernadora del estado para gritarle a viva voz: “Gracias Maru”.
El hecho habría pasado como producto de la emoción del momento de un marucampista, o de las clásicas porras que los equipos de los gobernadores suelen organizar para sus jefes en este tipo de eventos, pero no fue así.
Lo hizo nada menos que el líder del comercio organizado de la ciudad, quien además acusó públicamente en conferencia de prensa a Manuel Merodio Reza, secretario general del Consejo Nacional del Deporte de la Educación, CONDDE, de haberles exigido a los hoteleros una comisión de 300 pesos por habitación contratada, para la Universiada que se desarrollará en esta frontera.
Manuel Merodio es nada menos que el hermano de Lilia Merodio, la exsecretaria de Desarrollo Rural que se encuentra en la picota tras haber renunciado y dejar entrever que la presionaron para que firmara por supuestas irregularidades en el manejo de los recursos de la dependencia.
Tal parece que a Rogelio Ramos le urge congraciarse con la jefa del ejecutivo, luego de haber sido encasillado en el grupo de empresarios fronterizos que se convirtieron en viles lacayos al servicio de Javier Corral y de Alejandra de la Vega, en la pasada administración.
Tras la telenovela que produjo la renuncia de Lilia Merodio Reza de la Secretaría de Desarrollo Rural del Gobierno del Estado, el coordinador de los diputados panistas del congreso local, Mario Vázquez, se lavó las manos y negó que hubiera ejercido algún tipo de presión sobre la política juarense.
“Niego Categóricamente que haya existido alguna presión de parte mía y de este Congreso del Estado hacia la exsecretaria. Lamento mucho lo que ha pasado, quejas diversas que se han señalado por la falta de atención que se tuvo hacia los productores”, enfatizó el diputado Vázquez, sin dejar de meterle jiribilla al tema, cuando dijo que quien ostenta el cargo de una dependencia debe “trabajar codo a codo con la gente y respaldarla”. Ajá.
O sea que, en pocas palabras, de acuerdo con las palabras de Mario, Lilia ni tuvo atención con los agricultores, ni trabajó codo a codo con ellos y mucho menos los respaldó, pese a la difícil situación que enfrenta el campo chihuahuense por falta de lluvia y apoyos federales.
Era de esperar que el operador de la gobernadora Maru Campos en el Congreso, no desaprovechara la oportunidad de la crisis generada por la exsecretaria de Desarrollo Rural, para pintar su raya y enseñarle los dientes a Lilia, por abrir la Caja de Pandora en la dependencia donde cobran muchos dirigentes de organizaciones rurales, que no necesariamente son los hombres del surco que siembran, cultivan y cosechan los alimentos que comemos.
Si con la misma pasión con la que Leticia Ortega Máynez ahora tira patadas de ahogado y defiende la reforma eléctrica, hubiera defendido los recursos de Juárez cuando ejerció como síndica, el exalcalde Armando Cabada y su pandilla no se hubieran despachado con la cuchara grande, como lo evidencian las denuncias que hay en su contra en la Fiscalía Anticorrupción federal y en la Auditoría Superior del Estado.
En ese tono le han respondido a la diputada morenista en los grupos de grillos de las redes donde suele promover sus intervenciones en la tribuna del Congreso local.
La última de estas fue para fustigar a los legisladores del PRI y del PAN que votaron contra la reforma eléctrica, donde negó que fuera una derrota para Morena y hasta invocó la frase de Benito Juárez: “Malditos aquellos que con sus palabras defienden al pueblo y con sus hechos lo traicionan”.
Y tiene razón la diputada morenista, porque ella misma ahora pretende defender al pueblo, cuando en los tres años que fungió como síndica de Juárez, toleró y tapó todas las presuntas corruptelas de la administración de Armando Cabada, que han salido a relucir por el trabajo de la síndica actual, Esther Mejía y del auditor Superior del Estado, Héctor Acosta.
Entonces, para qué tanto brinco estando el suelo tan parejo.