Laurita Garza, y sus amoríos de fiscalía al congreso.
Abelardo Valenzuela y su chofer con armas ilegales.
No prenden las campañas.
El famoso corrido de Los Invasores de Nuevo León, «Laurita Garza», está de moda en las estructuras del gobierno del estado, principalmente de la Fiscalía en General del Estado y en la torre Legislativa.
Resulta ser que cierta funcionaria de la fiscalía, a quien le apodan precisamente «Laurita Garza», hizo apología a esta canción, y como si hubiera preparado muy bien su actuación , se lanzó al estrellato.
Cuando vio que no le llegó ninguna invitación para festejar el 14 de febrero, Día del Amor y la Amistad, fue y le hizo un plantón a su amado afuera de su empresa. Ella quería saber por que , en tan importante fecha, no había sido tomada en cuenta.
Los empleados de la empresa, al ver la actitud que tenía Laurita Garza, que mostraba un despecho total, y por temor a que las cosas se salieran de control, le hablaron a la fuerza pública.
Llegó la policía municipal y le pidieron a ella que se retirara del lugar,
su amado, desde el Congreso del Estado, para nada quiso hacer acto de presencia en este lío, ya que pensó que, como en el corrido, Laurita Garza realmente portara una pistola y le hiciera algún daño.
La sangre no llegó al río, con un viaje a las vegas para ver la luna de noche, un arreglo de flores gigante, un aumento de salario, un vehículo nuevo aunque sea oficial y con el compromiso de que al diputado no se le volvería a olvidar tan importante fecha, todo volvió a la normalidad. Pero el corrido de Laurita Garza, resuena desde ese día y los invasores de Nuevo León, ya son más famosos.
Aún no queda claro de quién era el arma de fuego que estaba bajo el asiento de un vehículo oficial que está bajo la custodia del fiscal anticorrupción Abelardo Valenzuela.
Un reporte de las corporaciones policiales informa que en una célula mixta, fue detenido un sujeto que dijo llamarse Manuel Z. A, quien pertenece a la Fiscalía Anticorrupción y que andaba hasta las chanclas de borracho.
Al darle una revisada al auto de modelo reciente, no solo encontraron un par de botellas de licor, también había un arma de fuego, que se supone es de uso del fiscal anticorrupción, o así lo hizo saber el tipo detenido para salir del problema.
En pleno proceso electoral, y las campañas no prenden. No motivan, la gente está desangelada de sus políticos, a los que ven como una bola de sinvergüenzas oportunistas que solo se acercan a la gente en tiempos de elección, y después ya no los vuelven a ver.