COMUNIDAD, SALUD Y BIENESTAR
La música hace mucho más que exaltar nuestros sentidos o relajar la ansiedad. La música le habla a nuestra alma.
A nivel mundial se vive una crisis que deriva muchas problemáticas, desde lo general a lo individual, desde lo económico a la salud mental. Algunas personas no pueden cumplir con el confinamiento, pero quienes sí tienen la posibilidad de hacerlo están expuestos a una gran carga de estrés, depresión, ansiedad, etc.
Especialistas en la salud mental mantienen que la música puede ser una gran terapia para la profunda estimulación a nivel cerebral que provoca cada una de las ondas musicales, independientemente de los gustos de cada persona.
La música nos permite relajarnos a través de un proceso físico; vibraciones de diferente origen se ajustan hasta lograr un mismo ritmo. Nuestro ritmo cardiaco puede, a través de la música, lograr valores normales (de 60 a 80 latidos por minuto) y una respuesta de relajación que disminuya la presión arterial. Nosotros tenemos la habilidad de usar la vibración del sonido para lograr:
- Un ritmo cardiaco más lento
- Una presión sanguínea más baja (dentro de adecuado)
- Mejor concentración
- Disminución de tensión muscular
- Mejor manejo del estrés, depresión y ansiedad
- Mejor manejo del dolor
Claro que la música no es la única clave para aliviar tensiones innecesarias; la meditación suele ser útil para muchos, brinda un alivio inmediato; salir al aire libre, aunque sea sólo 20 minutos, puede generar muchas reacciones fisiológicas benéficas; está comprobado que el ejercicio es una de las mejores formas de tratar la ansiedad y reducir temporalmente la presión sanguínea después de la rutina. Es necesario mencionar las aportaciones que una dieta balanceada puede ofrecer a nuestra salud mental.