Agencia EFE
(EFE).- Julie Chávez Rodríguez, jefa de campaña de la vicepresidenta estadounidense y candidata demócrata, Kamala Harris, advierte en una entrevista con EFE que la «retórica divisiva y peligrosa» del exmandatario republicano Donald Trump está teniendo «consecuencias reales» en Estados Unidos.
Ejemplo de ello es Springfield (Ohio), donde se han sucedido las amenazas de bomba con desalojo de escuelas y edificios gubernamentales después de que Trump dijera de manera falsa que los migrantes haitianos de esa localidad se estaban comiendo a los «perros» y «gatos» de los vecinos.
«Este es el mismo tipo de retórica divisiva y peligrosa que hemos escuchado de Trump desde el primer día. Y no son solo palabras. Sabemos que esta retórica tiene consecuencias reales», se lamentó Chávez Rodríguez, la primera latina en liderar una campaña presidencial en Estados Unidos.
Para ella, el discurso de Trump tiene un impacto profundamente personal. Por sus venas corre la sangre de César Chávez (1927-1993), estadounidense de origen mexicano que hace seis décadas encabezó un movimiento para defender los derechos de los trabajadores del campo y se hizo popular con el grito de «¡Sí se puede!».
Chávez Rodríguez lamentó que las declaraciones de Trump estén causando estragos en Springfield, que en los últimos años ha recibido a inmigrantes haitianos que «trabajan duro y contribuyen a revitalizar su economía», pero ahora ven cómo sus vidas se interrumpen por amenazas de bomba.
«Lo que dice no son solo palabras. Tiene consecuencias reales y es peligroso para nuestras comunidades y para nuestro país. Por eso, en la campaña vamos a seguir recordando a los votantes que esto no son solo cosas que él dice, sino que tienen un impacto real y sirven para demonizar y crear violencia política en muchas de nuestras comunidades», afirmó.
La jefa de campaña, no obstante, engloba este último episodio en un patrón de comportamiento de Trump y señala que el expresidente ha usado este tipo de comentarios en el pasado para provocar división en Estados Unidos.
Por ejemplo, recordó cómo Trump lanzó su campaña de 2016 asegurando que México estaba enviando a EE.UU. a «violadores» y «asesinos», y cómo hace unos meses dijo que los migrantes que llegan al país están «envenenando la sangre», una frase que usó Adolf Hitler en ‘Mein Kampf’ («Mi lucha») para criticar la mezcla de razas.
«Hemos visto esto de Trump una y otra vez. Ha demonizado y, realmente, despreciado a la comunidad inmigrante y latina», afirmó.
Una de las consecuencias de esa retórica, recordó Chávez Rodríguez, fue el tiroteo ocurrido en agosto de 2019, en el que el atacante se dirigió a un Walmart de El Paso (Texas) frecuentado por la comunidad latina. Tras el ataque, publicó un manifiesto en el que mencionaba frases usadas por Trump, como «invasión» de migrantes.
Ese ataque, en el que murieron 23 personas y 22 resultaron heridas, está considerado como el atentado más mortífero contra latinos en la historia moderna de Estados Unidos.
El Southern Poverty Law Center, que monitorea grupos y lenguaje de odio en EE.UU., afirma que los grupos antiinmigrantes son los más extremos de los cientos de grupos nacionalistas blancos que han proliferado desde finales de los años 90, cuando la xenofobia antiinmigrante comenzó a alcanzar niveles no vistos desde la década de 1920.
Solo en 2023, según sus datos, la cifra de grupos contra los migrantes pasó de 1 a 18.
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