Ismael «El Mayo» Zambada es uno de los líderes históricos del narcotráfico en México que ha logrado evadir a la justicia por varias décadas. Su figura ha sido central en el mundo del tráfico de drogas ilícitas, no solo por su liderazgo en el Cártel de Sinaloa, sino por su habilidad para mantenerse en la sombra mientras sus contemporáneos, como Joaquín «El Chapo» Guzmán, eran arrestados o asesinados.
La captura de Zambada podría haber sido facilitada por un posible acuerdo, considerando su deteriorado estado de salud y el peligro inminente de ser traicionado por sus propios aliados. Este arresto, si bien podría ser considerado un triunfo para el gobierno norteamericano, plantea muchas preguntas sobre las posibles repercusiones dentro del cártel y si otros líderes emergerán para llenar el vacío de poder dejado por su ausencia.
Su arresto podría desencadenar una nueva ola de violencia mientras facciones rivales luchan por el control, y las autoridades deben estar preparadas para enfrentar estas posibles consecuencias. El impacto por la caída de uno de los capos más elusivos del mundo será muy diferente si la DEA logró su arresto o si El Mayo negoció su entrega. Son dos escenarios muy distintos.
Consultor en seguridad y manejo de crisis
@CarlosSeoaneN