Engrandecen al metal; Mastodon y Lamb of God triunfan
Eduardo Arredondo Delgado
El Paso, Texas. – Lamb of God y Mastodon constituyen quizás lo mejor del metal en Norteamérica. Y así lo demostraron en su parada aquí, dejando claro que la experiencia, el tiempo, y el profesionalismo les han otorgado frutos dulces.
La gira en conjunto denominada “Ashes to Leviathan” solo fue un pretexto para celebrar los veinte años de Leviathan de Mastodon tanto como Ashes of the Wake de The Lamb of God, cuyo momento cumbre marcó un antes y un después en su discografía.
Ambas bandas se lucieron en sus respectivas intervenciones. Conjugaron con su música un espectáculo fecundo y con mucho presente. Tal vez esta fórmula debería de llevarse a cabo en giras futuras. Y no por nada son dos titanes que nada le piden a las grandes figuras de antaño y contemporáneas del metal. Han devuelto a darle mayor notoriedad al metal y lo han colocado como parte importante en la industria de la música. Más Lamb of God orientándose más al negocio, mainstream, sin caer en las enajenaciones y comercialismo de otras bandas. Deberán tener prudencia si es que se acercan o se venden, porque aún su sonido es ríspido y categórico.
Mastodon se fue en un viaje a los mares olvidados, siniestros lúgubres para recordar la novela, Moby Dick (1851) de Herman Melville, como los caza ballenas, arponeros morían o desaparecían en una empresa compleja y hasta temeraria. Serían guiados por el capitán Ahab, con su tacto y visión hasta lograr su cometido.
Apoyados por los recursos audiovisuales de punta, aparecieron en la pantalla gigante (detrás de los músicos) escenas de la más recordada versión de Moby Dick a unos jóvenes, Gregory Peck y Orson Wells- dos actores irrepetibles, legendarios- en aquella cinta dirigida por John Huston de 1956. Luego surgieron los galeones, embarcaciones que encallaban o naufragaban a veces víctimas del terrible monstruo (mitológico o no) Kraken, mientras que Mastodon cada vez se llevaba a la audiencia a los inhóspitos mares.
Muy perfeccionistas en su sonido, Mastodon dejó en claro los años de invisibilidad del mercado/industria ahora con un profundo resultado de calidad
y de belleza en sus acordes. Hipnóticos, definitorios para encontrar un tesoro en medio de las profundidades de los océanos. Tocaron Blood and Thunder, “Megalodon”, “Aqua Dementia” y resto de Leviathan, una de sus obras cumbre. Su cantante y emblema, Troy Sanders sobrio no protagonizó más de lo que sabe hacer. Banda que tiene claramente sus objetivos y necesidades sobre el escenario es Mastodon, cuya química es absorbente.
Lamb of God, por su parte energizo aun más coloso que vio a figuras como Elvis Presley y Stevie Ray Vaughan.
Lamb of God que ya había hecho de las suyas años antes en la gira de “despedida” ficticia de Slayer, causó conmoción desde que aparecieron sobre el escenario. Un Randy Blythe, su vocalista, que olvidó sus problemas en Praga (cuando un joven de 19 años murió) y el cantante fue encarcelado y ahora ya muy sobrio como desde hace años.
Lamb of God sonó estupendo como desde hace años no se escuchaba. Ahí se llevaron la ovación, luego de escuchar el álbum, Ashes of the Wake.
De Kerry King y su banda es poco, es el resultado de la atrofia artística y necesidad de giras. Su música no es novedosa, es parte de la simbiosis de Slayer. Mejor los músicos que lo acompañaron: Mark Osegueda el frontman de Death Angel, Phil Demmel ex guitarrista de Machine Head y Paul Bostaph conocido por haber tocado en la última parte de Slayer (Testament, Forbidden). Lo mejor de Kerry King y su banda fue “Raining in Blood” recordando aquella época gloriosa de la banda que un día encabezó Jeff Hanneman (2013, cirrosis). Ahí el slam, el baile cavernario, paleolítico hizo su acto de presencia en el Coliseum, catedral que eventos desde hace muchos, muchos años, cuando todavía no tenía un perfil el inmueble de la avenida Paisano.
Un pedante, Kerry King retornará con sus compañeros de banda, Slayer para tocar al menos dos conciertos en el Riot Fest. Lo que alberga la posibilidad y rapacidad de una presumible gira en el 2025. Normal en los fraudes musicales que tanto daño han hecho: Oasis, Kiss, etc.
De Malevolence, banda joven proveniente de Reino Unido que busca ganarse un nombre en la industria tuvo más fortuna firmando álbumes en los pasillos del Coliseo. Fotos: Eduardo Arredondo