La columna
POR CARLOS JARAMILLO VELA
- “El que nada debe agua tiene”: sensible programa de “Maru” Campos y la JCAS.
- “Otis”: evidencia de la ineficiencia y los yerros del gobierno de López Obrador.
“El que nada debe agua tiene” es el nombre del programa con verdadero sentido social, que el jueves 26 de octubre puso en marcha la Gobernadora María Eugenia Campos Galván, en compañía del Director Ejecutivo de la Junta Central de Agua y Saneamiento del Estado de Chihuahua, ingeniero Mario Mata Carrasco, así como de los directores de varias Juntas Municipales y Rurales de Agua y Saneamiento en el Estado. Indiscutiblemente este programa contribuye a favorecer económicamente a usuarios con más de 6 meses de rezago en sus pagos por servicio de agua y saneamiento, ya que ofrece descuentos de hasta 95% en su saldo, así como facilidades de pago, mediante pagos diferidos hasta en 12 mensualidades.
Es pertinente referir que dicho programa es inédito, pues nunca había sido considerado el rubro comercial en este tipo de descuentos, y ahora la gobernadora “Maru” Campos ha hecho extensivas a dicho sector las facilidades y oportunidades de pago, pues se otorgan descuentos hasta del 75% a usuarios con establecimientos de esta naturaleza.
Además, hay que reconocer el notable impulso que el Gobierno de Maria Eugenia Campos ha dado a las acciones que realizan la Junta Central y los 49 Organismos Operadores en la entidad, con el propósito de hacer realidad para todos los chihuahuenses el derecho de acceso al agua, así como para garantizar la seguridad hídrica de Chihuahua. Por ello de manera acertada Mario Mata ha dicho a la mandataria: “Estamos seguros que la historia la recordará como la Gobernadora más comprometida con el derecho que tenemos todos para acceder al agua, así como con la disponibilidad de nuestro preciado recurso para la presente y futuras generaciones de chihuahuenses; ya que con sus acciones usted está demostrando ¡Que Juntos Sí Podemos!”
El huracán “Otis”, que afectó severamente a Acapulco, Guerrero, ha evidenciado los dasatinos y la ineficiencia de la administración conducida por el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. La inoperancia de la autoridad federal es manifiesta luego del embate que la naturaleza asestó a ese importante centro turístico, pues han circulado en medios de comunicación y redes sociales contundentes reclamos ciudadanos, derivados de la ineficacia mostrada por el Gobierno de la República ante la catastrófica contingencia. Aunado a esto, han cobrado fuerza las críticas contra López Obrador por haber desaparecido el Fondo de Desastres Naturales (FONDEN), cuya finalidad se encontraba justificada por la ocurrencia de fenómenos imprevistos, como el siniestro acontecido en Acapulco.
Sin una razón convincente el presidente eliminó dicho fideicomiso de previsión, solo con la intención de contar con más recursos para sus estrategias político- electorales de tipo clientelar, a las que publicita como programas sociales. Hoy los innegables hechos y la inexorable fuerza de la realidad demuestran lo errático de las decisiones de un mandatario que se ha caracterizado por imponer a ultranza su voluntad aún contra el sentido común y la razón. El huracán Otis será, sin duda, otro factor que se acumulará al desgaste político de López Obrador, en la postrimería de su controversial sexenio.