TRADICIÓN QUE TRASCIENDE
EL NIÑO DIOS, LOS TAMALES Y EL DÍA DE LA CANDELARIA:
TRADICIÓN QUE TRASCIENDE
La celebración por el Día de la Candelaria es una de las fiestas religiosas más importantes de México, que no sólo se ha limitado al culto católico, sino que trae consigo una fusión de tradiciones desde el cristianismo y la fe hebrea, hasta los ritos prehispánicos.
Hoy en día, este sincretismo muchas veces sólo lo asociamos a la famosa “tamaliza” que le toca a quien le sale el “Niño Dios” en la Rosca de Reyes, ¿pero dónde surge esta tradición?
Según el catolicismo, a partir del 25 de diciembre con el nacimiento del niño Jesús, la Virgen María entra en una cuarentena de purificación después de dar a luz, que culmina el 2 de febrero, Día de la Candelaria, en el que el niño es presentado por sus padres en el Templo.
A la par, desde la concepción prehispánica, esta fecha marca el inicio de la temporada de siembra de maíz y las fiestas por el ciclo agrícola donde se hacía la petición por lluvia y ofrendaba tamalli, alimento a base de maíz relleno de distintos ingredientes.
A lo largo de los años los ingredientes y el modo de preparación han variado y extendido a muchos estados de la república, principalmente en el centro-sur, como el Estado de México, Puebla, Veracruz, Campeche y Oaxaca, pero también en el norte del país.
En el caso de Chihuahua, los tamales más populares son a base de carne de puerco y chile colorado, aunque también se consumen los tradicionales verdes de rajas con queso, dulces con pasas y anís, e incluso ya también hay una variedad de tamales gourmet y hasta veganos. No obstante, “el que más se vende es el de rojo”, asegura Nancy, vendedora.
“Cada tercer día le traigo a mi suegra las docenas para que se vendan en la tiendita y gracias a Dios siempre salen muy rápido. Ahora en Navidad hice dos ollas y todos se acabaron. Ya tengo más de 10 años haciendo los tamalitos”, agrega.
Sin duda, la cultura gastronómica de nuestro país es abundante y rica no sólo en sabores sino también en su historia, por ello la importancia de su preservación y cuidado, a través de la valoración y difusión de las tradiciones de los diversos pueblos de México.