José Joaquín DiagoEl Niño de las Monjas paseó una oreja de cada novillo de su lote, una un Álvaro Alarcón al que el palco le negó un nuevo premio del quinto y por ende la salida a hombros y otra del sexto Manuel Perera.
El Niño de las Monjas, Álvaro Alarcón y Manuel Perera trenzaban el paseíllo, en la tarde de este 16 de marzo, en la plaza de toros de Valencia para la novillada picada de la Feria de Fallas. Se lidiaba un encierro con el hierro de El Pilar. A las cinco arrancaba el paseíllo.
Oreja para El Niño de las Monjas del primero, un novillo noble, con cierto temple, pero el viento molestó durante toda la lidia. Quitaron tanto Álvaro Alarcón como él. El de El Pilar tuvo poca fuerza, pero tuvo clase y fue noble. Hubo pasajes en los que el joven valenciano llegó al tendido, especialmente al natural. Una buena estocada desprendida y una petición mayoritaria le valió la oreja al joven.
Una oreja paseó un dispuesto y con personalidad Álvaro Alarcón al segundo de la tarde. Le planteó una faena dándole distancia y dejando lucir al interesante animal de El Pilar, al que llevó embebido y toreado con mano baja en todo momento. Muy interesante el concepto del joven. Tras una estocada algo desprendida, le paseó el premio. El novillo rodó enseguida sin puntilla.
Ovación con saludos para Manuel Perera, que mató al tercero de pinchazo y una estocada delantera y algo caída. Faena de voluntad y valor, pero acelerado en ocasiones. El novillo tuvo posibilidades y fue interesante, pero este con un punto más de chispa que sus hermanos anteriores.
El Niño de las Monjas paseó otra oreja que le abre la puerta grande en el cuarto ante el mejor novillo del encierro. Novillo bravo, con una embestida franca. Faena de mucha voluntad con la que estuvo variado y valiente. Le valió la oreja tras una estocada entera y tendida.
Álvaro Alarcón dio una vuelta al ruedo tras fuerte petición en el quinto, un animal que salió muy distraído en los primeros tercios, y el astado mantuvo la movilidad y la prontitud en la muleta. Fue muy bueno por el lado derecho, menos por el izquierdo. Alarcón le sacó el temple y la repetición que tenía por ese lado. Tras pasaportarlo con el acero, el palco no atendió la petición de oreja.
Oreja para Manuel Perera en el sexto, al que saludó a portagayola pero el animal salió para otro lado; en los medios, le dio una voltereta muy espectacular, dándole un puntazo al intentar una tafallera. Faena de épica, en un arrimón de tremendismo ante otro animal con posibilidades. Mató de estocada y paseó un nuevo premio.