Howard J. Hubbard, exobispo de Albany, reconoció que encubrieron abusos sexuales de sacerdotes al mandarlos a tratamiento y no con las autoridades
Christian Vázquez
La Iglesia Católica ha tenido que enfrentar las acusaciones sobre abusos sexuales de sacerdotes desde hace ya varios años. Howard Hubbard, exobispo de la Diócesis de Albany, en Nueva York, ha puesto una piedra más a esa pesada losa, pues admitió que él encubrió casos de esa naturaleza por décadas.
Así encubrían los abusos sexuales de sacerdotes en Nueva York, según el exobispo
Howard Hubbard fue obispo de la Diócesis de Albany desde 1977 y hasta el 2014. Durante gran parte de ese tiempo, diferentes sacerdotes cometieron abusos sexuales sin consecuencias legales. Indicó que lo anterior se hacía gracias a que la Diócesis a su cargo los enviaba a tratamiento psicológico en lugar de denunciar sus actos ante las autoridades.
Así lo confesó el exobispo por medio de su abogado al medio local Albany Times Union, el cual publicó la declaración este fin de semana. Hubbard dio esas palabras en respuesta a una serie de cuestionamientos del mencionado medio, ya que él mismo enfrenta acusaciones de abuso sexual contra un menor.
“Cuando se recibía una acusación de conducta sexual inapropiada contra un sacerdote en las décadas de 1970 y 1980, la práctica común en la diócesis de Albany y en otros lugares era retirar al sacerdote del ministerio temporalmente y enviarlo a recibir asesoramiento y tratamiento“, fueron las palabras del Obispo.
Los involucrados regresaban a sus funciones cuando un psicólogo se los permitía
De acuerdo con Howard Hubbard, sólo cuando un psicólogo o psiquiatra determinaba que el sacerdote que había cometido un abuso sexual podía regresar sin riesgo de volver a cometer un delito similar, entonces lo devolvían a sus funciones.
Actualmente hay más de 300 denuncias de abuso sexual contra sacerdotes de la Diócesis de Albany y varios habrían sido cometidos por quienes ya habían recibido el mencionado ‘tratamiento’: “El consejo profesional que recibimos fue bien intencionado pero defectuoso, y lamento profundamente que lo siguiéramos”.
Ahora bien, pese a reconocer el encubrimiento a sacerdotes en cientos de abusos sexuales contra menores, el exobispo niega que él haya cometido la agresión sexual por la que se le acusa.