Famosa por su increíble capacidad de migración, la ballena gris (Eschrichtius robustus) suele recorrer aproximadamente 20 mil kilómetros desde las frías aguas del Ártico hasta las cálidas lagunas de Baja California en uno de los viajes más largos realizados por cualquier mamífero marino. Durante su travesía, las ballenas grises se alimentan, principalmente, de pequeños crustáceos que encuentran en el fondo del océano, y utilizan su técnica de alimentación por filtración.
Una de las características más notables de este cetáceo es su comportamiento social. A menudo, se les puede ver interactuando con los humanos, especialmente en las lagunas de Baja California, donde se acercan a las embarcaciones. Este comportamiento ha ganado la admiración de muchos turistas y biólogos marinos. Además, las ballenas grises son conocidas por su capacidad de comunicación, utilizando una variedad de sonidos para interactuar entre ellas.
Descubre las fascinantes características de la ballena gris en las costas mexicanas
El aspecto físico de la ballena gris también es digno de mención. Su piel está cubierta de parásitos y cicatrices, que le da un aspecto rugoso y moteado. Esta apariencia única les ha valido el apodo de ballenas de roca. A pesar de su tamaño imponente, que puede alcanzar hasta 15 metros de longitud, estos ejemplares son criaturas gentiles y curiosas, lo que las hace aún más fascinantes para los observadores.
Conocedores refieren que la importancia ecológica de la ballena gris no puede ser subestimada. Al alimentarse, remueven el sedimento del fondo marino, que ayuda a mantener el equilibrio del ecosistema. Además, su presencia en las costas mexicanas atrae a miles de turistas cada año, un rasgo que contribuye significativamente a la economía local.
La protección de estas majestuosas criaturas es esencial para preservar tanto su especie como el entorno natural que habitan