MACÍAS: “QUE SE ME JUZGUE POR LO QUE HAGA EN EL RUEDO”
Tras el fuerte percance que sufrió en septiembre pasado en Las Ventas de Madrid, que casi le cuesta la vida y la profesión, Arturo Macías reaparece en la décimo cuarta corrida de la Temporada Grande en la plaza México.
Fue el 8 de septiembre en la corrida de los Desafíos Ganaderos que se celebró allá del otro lado del Atlántico en la plaza más importante del mundo taurino, Las Ventas de Madrid, el toro ‘Chamorro’ de Pallares, le infirió una cornada fuerte, la número 24 a sus casi 15 años de alternativa y en la que ha sufrido 15 fracturas, misma que puso en juego su permanencia en la profesión.
Los dolores que le provocaban los destrozos sufridos no cedían con el ‘coctel de medicamentos’ que le administraban los doctores, no podía mover el pie y llegó la difícil decisión: ¡Se retiraba de los ruedos! Habló con su familia sobre su intención pero le llegó la luz en forma de un aparato ortopédico, vida misma que necesitaba en esos momentos de angustia y frustración: “Fui capaz de entender y canalizar las señales de Dios, vi una oportunidad lógica de volver a empezar con la férula, de aprender a caminar, de torear con ella acostumbrándome a mis limitaciones y estoy muy agradecido con Él por permitírmelo aunque sea de esta manera”, dijo.
Macías deberá esperar a que se cumplan ocho meses para ver el alcance real de la lesión, lo que logre ganar en movilidad y en movimiento para de ahí pensar en alguno de los tres tipos de operaciones a las que se puede someter pero ¿Por qué esperar? Él lo explica: “Las operaciones de nervio no son del todo garantizadas, si yo permito tocar el nervio con una operación y no sale bien, existe la posibilidad de quedar así para siempre, amén de que me quedaría parado, sin torear, otros seis meses, entonces prefiero tener paciencia, ver cómo evoluciona el pie y meterme en la rehabilitación para ayudar en lo que esté de mi parte”, aseveró.
Los entrenamientos para Arturo han cambiado, el pie no le responde aún con el aparato y cae, aprende que tipo de movimientos puede hacer y cuáles no. Con esfuerzo, dedicación y valentía ha ido conociendo su nuevo estado, lleva una vida prácticamente normal y ha variado su toreo que ahora es más lento, camina y entra en los embroques de manera más pausada y con naturalidad, con reposo y piensa que el percance traerá cosas positivas: “La cornada me quitó movimientos que eran naturales, no porque hiciera mal las cosas, sino que mi nueva condición me obliga a hacer todo más puro, con naturalidad y el toreo no es otra cosa que eso, naturalidad; entonces, cada muletazo que logre será para mí una batalla ganada, hecha con el corazón y una sensibilidad plena”, afirmó.
Por último y a pregunta expresa de ¿Qué es lo que lo impulsa a seguir? El torero aseguró: “Carlos, ¿Tú sabes lo que es vestirte de torero? ¿Ponerte un traje de luces? ¿Ir andando en un patio de cuadrillas? ¿Llegar al tercio? ¿Hacer el paseíllo? ¿Pasar ese miedo? Esa incertidumbre de ponerte delante de un toro, expresar tu corazón a través de una de las artes más bellas del mundo y crear arte en movimiento? Eso es lo que vale la pena, ¡Vale la pena cualquier esfuerzo con tal de que el corazón sienta eso y, lo que no te mata, te hace más fuerte!”, finalizó.