La tauromaquia, un espectáculo que tiene sus raíces en la antigua Grecia, se ha convertido en uno de los temas más debatidos en la sociedad mexicana en las últimas décadas. Originada con la llegada de los conquistadores españoles en el siglo XVI, esta tradición cultural involucra el enfrentamiento entre un torero y un toro en una plaza, y aunque durante siglos fue una forma de arte y una parte integral de la cultura española y mexicana, hoy enfrenta un creciente rechazo debido a las crecientes preocupaciones sobre el bienestar animal. Esta semana, dos eventos han reavivado el debate en México: en la Ciudad de México se discute la posibilidad de una prohibición definitiva de las corridas de toros, mientras que en la Feria de Puebla se ha anunciado que no habrá espectáculos taurinos en 2025.
La Historia de la Tauromaquia en México
La tauromaquia llegó a México poco después de la conquista española. La primera corrida de toros registrada en el país tuvo lugar el 24 de junio de 1526 en Veracruz, y rápidamente se popularizó entre todas las clases sociales. Durante los siglos XIX y XX, la tauromaquia alcanzó su apogeo en México, con matadores legendarios que enamoraron a la audiencia. Aunque la influencia española fue evidente, los toreros mexicanos desarrollaron su propio estilo, adaptando la tradición a las costumbres locales. Sin embargo, a medida que avanzaba el siglo XXI, la tauromaquia comenzó a ser cuestionada, especialmente debido a las críticas sobre el sufrimiento de los animales involucrados.
Legislación en Debate: ¿Hacia una Prohibición Total?
A nivel federal, la tauromaquia no está completamente prohibida, aunque tampoco goza de protección legal específica. Las leyes sobre maltrato animal han sido interpretadas de diferentes maneras en diversos estados. Un ejemplo de este cambio legislativo lo encontramos en la Ciudad de México, donde recientemente la Comisión de Puntos Constitucionales aprobó una iniciativa que busca prohibir las corridas de toros «con violencia». Impulsada por la jefa de Gobierno, Clara Brugada, la propuesta de reforma plantea la creación de espectáculos taurinos sin el uso de objetos punzantes, como las banderillas y espadas, permitiendo únicamente el uso de la muleta y el capote.
En Puebla, aunque no existe una ley estatal que prohíba las corridas de toros de manera definitiva, la política de «cero tolerancia» al maltrato animal ha llevado a la decisión de no incluir espectáculos taurinos en la Feria de Puebla de 2025. Michele Islas, directora del Instituto de Bienestar Animal de Puebla, ha subrayado que el estado no permitirá eventos que impliquen el sufrimiento de los animales, como las corridas de toros.
Al mismo tiempo, estados como Guerrero, Sonora, Coahuila, Quintana Roo y Sinaloa ya han tomado medidas más estrictas, prohibiendo o restringiendo las corridas de toros. Sin embargo, aún no se ha promulgado una legislación federal que prohíba de manera contundente esta práctica en todo el país.
¿El Fin de una Tradición o una Evolución en la Cultura Mexicana?
El futuro de la tauromaquia en México es incierto. Mientras que los defensores de esta tradición argumentan que se trata de un aspecto fundamental de la cultura y la economía, los activistas en defensa de los derechos de los animales abogan por su total erradicación. Aunque se están tomando medidas importantes a nivel local, la legislación federal aún está en pañales, y muchos afirman que la tauromaquia podría desaparecer por completo en las próximas décadas si la sociedad sigue eligiendo el bienestar animal sobre la tradición.
El debate sobre las corridas de toros es complejo y está lejos de resolverse. El destino de este espectáculo tan arraigado en la historia de México dependerá de las decisiones legislativas de los próximos años, que definirán si esta tradición, considerada por muchos como arte, encontrará un lugar en el siglo XXI o si se extinguirá por completo.