“Quince pitcheadas» a Angel Macías
Por: Gaspar Garza Gándara
El día 23 de agosto de 1957 es un día inolvidable para el deporte mexicano. Un equipo de 14 niños de la Liga Industrial de Monterrey consiguió el título de campeón mundial del beisbol de las Ligas Pequeñas en Williamsport, Pennsylvania. Derrotó 4-0 al equipo de La Mesa, California y el lanzador Angel Macías se cubrió de gloria al lanzar un juego perfecto, el primero y único de esta clase en una final en el clásico campeonato anual del beisbol pequeño que se juega tradicionalmente en los Estados Unidos.
Grand Slam platicó con don Angel Macías Barba, el autor de esa joya de pitcheo cuando tenía 12 años y lea usted lo que nos contó!
1.- Angel, si pudiéramos retroceder en el tiempo, hasta un día 22 de agosto del ’57, por la noche y con tu mente puesta en que eras el abridor de ese juego de la final contra California, de qué manera te concentraste?
«No, no, no, nada….era como un juego normal para nosotros! Sabíamos que era un juego importante, pero lo jugamos sin la presión, lo hicimos y las cosas salieron!»
2.- El día de ese juego en qué momento te diste cuenta que estabas retirando uno por uno a tus rivales?
«Yo no estaba viendo el juego como juego. Yo estaba viendo la forma de sacar adelante al equipo.
Y el equipo también me ayudó a hacer algunas cosas buenas en el campo.
Yo creo que fue una cosa muy bonita para el equipo de nosotros. Todos aportamos, todos buscamos hacer las cosas de la mejor forma posible….y las cosas salieron!»
3.- El éxito obtenido fue el trabajo de equipo….
«Trabajo de equipo, totalmente! De que Pepe González Torres, Lucky Haskins, César Faz y todos ellos eran gente que nos inculcaron mucho el trabajo de equipo!»
4.- ¿Una jugada clave que te salvó de perder aquel juego perfecto?
«Nada que yo me acuerde….no!»
5.- ¿ Qué pasó por tu mente al caer el último out?
«Pues el gusto de haber ganado el campeonato, Nosotros nos reunimos en la loma de pitcheo, ahí brincamos, saltamos y hay una foto histórica de eso.
De ahí nos fuimos a las regaderas, porque los uniformes estaban muy sucios, no los habíamos lavado en todo el torneo!»
(Monterrey conseguía una increíble cadena de 13 victorias en forma consecutiva)
6.- ¿El no lavar los uniformes era una especia de cábala?
» Claro que sí, era una cábala!»
7.- ¿Quién tomó esa decisión, todos en conjunto o alguien en especial?
«No, no, creo que todo el equipo, pues es hecho era que todos estábamos metidos en el juego. Ya cuando terminó el juego, todos corrimos a la loma de pitcheo y brincamos por el hecho de ganar todos el campeonato, no porque lo haya hecho Luis, Juan o Pedro!
Y ese campeonato nos llegó muy bien!»
8.- ¿Cambió tu vida a raíz de ese juego perfecto?
«Sí, al ,mil!!»
9.- ¿En qué sentido?
«Lo que pasa es que de una u otra forma se abrieron las puertas por todos lados: tuvimos la oportunidad de becarnos en escuelas. Después jugamos beisbol profesional. Tuvimos muchas cosas bonitas, agradables, que nosotros disfrutamos. Esa fue una de las cosas que a final de cuentas fue lo más importante!»
10.- ¿Se reúnen actualmente los integrantes de aquel equipo de 1957?
«No todos. Ya pocos. Algunos están enfermitos, otros ya no se quieren mover tan fácilmente y batallamos un poquito para juntarnos. ´Pero bueno, hay algunos que andamos todavía más o menos!»
11.- Es del conocimiento popular que ustedes difunden a nivel nacional aquella hazaña de 1957, y promueven el programa de ligas pequeñas…
«Nosotros hemos estado viajando a diferentes parte de la república para invitar a los niños a que convivan con nosotros, porque es una cosa increíble la forma como el niño se motiva con nuestra presencia. Y nos buscan para pedirte el autógrafo, se toman fotos con nosotros, etc.
Pepe (Maiz) y yo hemos estado dándole difusión y promoción al programa de ligas pequeñas a nivel nacional. Esto es bonito porque ellos se motivan y nosotros les ayudamos en algo , para que mañana o pasado esos niños sean buenos jugadores, buenas personas, que sean buenas gentes!»
12.- De este inolvidable suceso se han realizados dos películas: «Los Pequeños Gigantes» filmada en 1960 y «El Juego Perfecto» de 2010. ¿Cuál es tu opinión de las dos cintas?
«De la primera casi está al cien! No le movieron mucho, tiene algunas tomas muy sencillas!»
13.- ¿Y la canción que ustedes cantan en la cinta, aquella que dice: «Había una vez un barco chiquito…»?
Eso sí lo sacó alguien para incluírlo en la película, nosotros no lo sacamos. Alguien lo trajo y lo puso, y llamó la atención, y qué bueno!»
14.- ¿ Y de la versión nueva, «El Juego Perfecto» realizada por Estados Unidos qué opinas?
«Ya es muy diferente, porque pues el enfoque que le dieron a mí no me gustó en lo personal.
Pudieron haber hecho cosas mejores que eso. Porque no tuvo impacto para la gente. Pasó desapercibida totalmente.
Un juego como esos debe de dársele un poquito más de vida y esta gente como que lo vieron diferente!»
15.- Angel, si volvieras a nacer, qué te gustaría ser?
«Pelotero! Porque hemos disfrutado mucho y lo seguimos disfrutando. Aquí estamos. Y nos invitan a eventos y vamos con gusto. Quizás los niños se motivan al ver la primera película, y es la que más los motiva. Hay que ponerle mucha atención a los niños y hay que llevarlos de la mano!»
Y nos despedimos del señor Angel Macías, administrador de empresas egresado de la Universidad Autónoma de Nuevo León, y asiduo asistente a los juegos de los Sultanes.
Macías pintaba para ser administrador en la vida. Y si no, piense usted como elaboró el plan para dominar en línea a cuanto bateador se le paró enfrente aquella tarde de agosto del 57.
Administró sus lanzamientos para combinar veloces rectas con pronunciadas curvas, y sacar de ritmo a sus rivales con sorprendentes cambios. Un total de 11 ponches consiguió con su brazo Macías en aquel día inolvidable!