Hablamos con Carlos Domínguez, uno de los nombres destacados de la pasada Feria de Olivenza y que toreará en San Isidro.
El novillero Carlos Domínguez dio un golpe sobre la mesa en la pasada Feria del toro de Olivenza, en la que abrió feria en la novillada extremeña. Cortó una oreja y dejó una gran imagen, especialmente frente al cuarto novillo del festejo. Hablamos con él y nos cuenta su sensaciones también previas a una cita importante en su carrera: la de Madrid, donde hará el paseíllo con un encierro de Los Maños.
En primer lugar, ¿cómo estás del percance?
Bien. En la radiografía inicial dijeron que en la radiografía estaba todo bien, y posteriormente me hice una resonancia por si había alguna lesión.
¿Cómo viviste la tarde de Olivenza?
Fue muy bonita. Verte anunciado en esa feria es un lujo para un novillero. Esos días se viven con un nerviosismo especial, pero con mucha ilusión de poder disfrutar la tarde y aprovecharla. No todo el mundo está anunciado en una feria así.
¿Cómo fue tu primer novillo?
Fue una pena porque con el vendaval que hizo, no me dejó expresar lo que llevaba dentro. Intenté hacerle las cosas bien y despacio, y hacer todo puro, que es lo que yo busco. Lo poco que el viento dejó, creo que se vio. No podía rematarse aquello como uno quería, pero se vieron las intenciones.
El segundo fue el de la explosión.
Fue un gran novillo de José Luis Marca, que disfruté mucho. Fue una pena que no se pudiera redondear aquello como uno quiere, pero me quedo con las sensaciones de haberlo toreado a gusto y haberme roto como torero. Fue una faena intensa; desde el inicio de la faena de rodillas, ya se veían las ganas que llevaba de triunfar, algo que no se pudieron ver en el primero. Quería salir a cortar las orejas. Al final, con la voltereta, no tenía fuerza en el hombro y me costó entrar a matar, pero fue de las faenas soñadas.
Por delante, San Isidro.
Sí. Es un sueño estar anunciado en esa plaza. Ahora toca prepararse a conciencia para ese compromiso, que es el más importante de mi vida como novillero hasta el momento.