La historia cuenta que durante la conquista, la forma de prepararla evolucionó y debido a la variedad culinaria de los diferentes estados de México se le han agregado otros ingredientes
Chef Ana Rosa Beltrán del Río |
El lugar de origen de la capirotada no se sabe en específico ya que en varios países se acostumbra y de acuerdo a los historiadores existen varias versiones, aquí les compartimos una breve reseña.
En algunas investigaciones se encontró que existen en la Antigua Roma antecedentes remotos de varias recetas, entre ellas un platillo de trozos de pan bañados con vinagre y agua, con capas de pollo, alcaparras y pepinos.
En España especialmente en el Norte y Bajío es donde se prepara con embutidos e ingredientes salados, no necesariamente dulce.
Durante la Conquista de la Nueva España fue evolucionando progresivamente hasta la receta que hoy consumimos y aún siguen variando los ingredientes con las nuevas generaciones de cocineros.
Su nombre se deriva de “Capirote” que dicha palabra proviene de los gorros altos y puntiagudos que usaban algunos sacerdotes en las ceremonias de cuaresma y Semana Santa.
Todos los ingredientes tienen un significado en la religión católica; El pan hace alusión al cuerpo de cristo, la miel asemeja la sangre, la canela la cruz y los clavos de olor a los clavos de la crucifixión.
Con el tiempo y la variedad culinaria de los diferentes estados de México se le han agregado otros ingredientes como pasas, cacahuates, nuez, piñón, grajeas y quesos.
Foto: Cortesía | Chef Ana Rosa Beltrán del Río
RECETA DE LA CAPIROTADA
Ingredientes
90 gramos mantequilla sin sal o aceite c/n
6 bolillos grandes, rebanados
2 litros de agua
½ kilo de piloncillo
2 rajas de canela
4 clavos de olor
½ taza de cacahuate
½ taza de pasitas
150 gramos de queso Chihuahua
½ taza de nuez, picada
Decoración:
Nueces en mitades y grageas para adornar
Elaboración
1.- Seca las rebanadas de pan al sol y hornear.
Nota: tradicionalmente se fríe el pan, es al gusto del comensal.
2.- Hierve el agua junto con el piloncillo, canela y clavos hasta obtener un jarabe ligero, se cuela y reserva.
3.- Acomoda en un refractario o cazuela de barro una capa de rebanadas de pan, añadir y esparcir cubos de mantequilla sin sal. , cubre con parte de los cacahuates, pasitas y nuez picada. Baña con la miel de piloncillo y repite el procedimiento hasta terminar con los ingredientes. Adorna con mitades de nuez, grageas y queso rallado o en trozos.
4.- Hornea a fuego medio hasta que se dore.