Marisela Valencia Descubre el secreto para preparar el mejor caldo de pollo con verduras. El plato clásico que cura casi cualquier mal.
Para la gripe, el dolor de panza e incluso el mal de amores, la recomendación es un caldito de pollo. Esta sopa clásica no sólo es deliciosa y reconfortante, además aporta muchos nutrientes y beneficios. Si nunca lo has preparado, aprende a hacer un caldo de pollo con verduras.
Hay un lugar especial en la gastronomía mexicana para los caldos. De acuerdo al Diccionario Enciclopédico de la Gastronomía Mexicana, en México existe una gran tradición en la elaboración de caldos y, por lo tanto, variedad.
Estos se obtienen al cocer algún tipo de carne con verduras en agua. Entre todos destaca el caldo de pollo, por ser saludable y asociarse con propiedades medicinales, además de usarse como base de salsas y guisados. Disfruta su sabor y beneficios con esta receta clásica.
¿Cómo hacer caldo de pollo con verduras?
- Coloca las piezas pollo en una olla con el ajo y la cebolla; cubre con el agua (agrega más si es necesario). Calienta y espera a que hierva.
- Cuando el agua empiece a hervir, baja la flama a fuego medio para no perder el hervor. Deja cocer aproximadamente 30 minutos.
- Cuando veas que el pollo empieza a espumar, retira esta espuma y deséchala.
- Antes de que el pollo esté completamente cocido, incorpora las verduras. Comienza con las papas y zanahorias que tardan más en cocerse. Unos minutos después agrega el chayote y los ejotes. Finalmente echa las calabazas y brócoli.
- Continúa cociendo hasta que las verduras estén suaves y el pollo bien cocido. Esto puede llevar alrededor de 40 minutos o un poco más.
- Sirve tu caldo de pollo con verduras caliente. Puedes acompañarlo con una pieza de pollo o estas servirlas con un mole o salsa. Otra opción es desmenuzar las pechugas de pollo y agregarlas al caldo a la hora de servirlo.
Tips: si lo deseas, puedes agregar unas ramitas de cilantro o hierbabuena al caldo antes de terminar su cocción.
¿Por qué se comer caldo de pollo cuando estamos enfermos?
El caldo de pollo no es una cura mágica para ninguna enfermedad ni sustituye al médico. Sin embargo, se recomienda consumirlo cuando tenemos un resfriado, gripe o estamos enfermos del estómago por sus propiedades y beneficios.
En primer lugar, al ser principalmente líquido, nos ayuda a mantenernos hidratados, algo fundamental cuando tenemos fiebre o diarrea, como explican especialistas de Mayo Clinic. De esta forma reducimos el riesgo de deshidratación.
Por otro lado, estudios han sugerido que el caldo de pollo puede ayudar a reducir la inflamación de las vías respiratorias y mejorar los síntomas del resfriado, al tiempo que contribuye a aliviar la congestión nasal y la irritación de garganta por ser un líquido caliente.
Finalmente, el caldo de pollo es rico en nutrientes que nos ayudan a recuperarnos de las enfermedades. Por lo tanto, comer caldo de pollo cuando estamos enfermos, puede ayudarnos a aliviar los síntomas de forma momentánea.
Pero ojo, esto aplica cuando se trata de enfermedades leves y siempre de la mano del tratamiento médico.
Propiedades nutricionales del caldo de pollo
- Proteínas. El pollo aporta proteínas al caldo de pollo, las cuales son esenciales para la construcción y reparación de tejidos en el cuerpo.
- Minerales. El zinc, magnesio, calcio y fósforo están presentes en el caldo de pollo, pues se liberan de los huesos del pollo durante la cocción a fuego lento. De esta forma tiene beneficios para nuestra salud ósea y otras funciones corporales.
- Colágeno. Ingredientes como las patitas y los huesos del pollo, son ricos en colágeno, por lo que, al cocinarse por un tiempo largo, se libera, ayudando a nuestra salud de la piel, cabello, uñas y articulaciones.
- Vitaminas. El caldo de pollo también es rico en vitaminas del grupo B, además de otras que le suman las verduras que elegimos.
Definitivamente, el caldo de pollo con verduras es un platillo delicioso, pero también muy nutritivo. Sigue esta receta y prepáralo cuando tengas gripe o simplemente antojo.