Publicado por Dia García
Levantarse con afirmaciones matutinas es muy poderoso para la salud mental. Comenzar el día con autoconfianza puede determinar la calidad del resto del día.
Cuando el día apenas comienza puede que tengas en mente muchas cosas que hacer, pero el día se te va en un abrir y cerrar de ojos y terminas con mal sentir, preocupaciones y estrés. Encontrar motivación en estos días no es fácil, pero todo está en la mente y una manera muy efectiva de limpiarse por dentro para poder arrancar consiste en predicarse a uno mismo el bien que quiere vivir y experimentar.
Practica estas afirmaciones todos los días
- Estoy feliz y contento con mi vida.
- Estoy en paz en mi vida.
- Los problemas me permiten mostrar mis fortalezas.
- Amo el cambio y me adapto fácilmente a situaciones nuevas.
- Confío en mi capacidad para cambiar mi vida.
- Todos los días me suceden grandes cosas.
- Tengo todo lo que necesito para hacer de hoy un gran día.
- Estoy mejorando cada día y en todos los sentidos.
- Estoy caminando en línea con mi propósito.
- Hoy me siento sano y fuerte.
- Lo lograré atrayendo a personas que puedan ayudarme.
- Encarno la confianza.
- Siempre veo lo bueno en los demás y en mí mismo.
- Mis desafíos me ayudan a crecer.
- Sé que una actitud positiva puede traerme éxito.
- Sé que tengo la capacidad de lograr mis metas en la vida.
- Concentraré mis pensamientos en los resultados que busco crear.
- Me quiero a mi mism@.
- Soy autosuficiente, creativo y resistente.
- Todos mis problemas tienen solución.
- Mi pasado no dictará mi futuro.
- Todo va de acuerdo al plan.
- No hay nadie mejor que yo.
- Conquisto todos los obstáculos para crear la vida de mis sueños.
- Soy el creador de mi mejor realidad.
- Creo y le doy la bienvenida solo a la positividad en mi vida.
- La prosperidad fluye hacia y a través de mí.
- Yo soy suficiente.
- Soy constante en mi arduo trabajo.
- Mantengo buenas personas en mi vida.
Las palabras, en cierto modo, definen nuestra realidad. Antes que el mundo existiera era el verbo, es decir la palabra, por eso ten cuidado de cómo te expresa. Comienza por hablar bien de ti, llama las cosas que no son como si lo fueran.
Por ejemplo, si te consideras perezoso no lo digas ni te regodees en ello. Si quieres cambiar tu realidad comienza por afirmar todo lo contrario: Di “soy diligente, productivo, trabajador y esforzado”. Puede que de inmediato no notes un cambio, pero puedes estar seguro que tus palabras determinan tu destino y si eres capaz de creer en lo que dices, muy pronto estarás en la cima de tu potencial.