PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD UNESCO / BIEN CULTURAL INSCRITO EN 1998 / REFERENCIA UNESCO: 560
Se considera que durante la época de esplendor de la Cultura Casas Grandes, aquí en Paquimé vivieron más de tres mil personas. En este lugar convergieron tradiciones culturales tan lejanas como las del Desierto, las de Occidente y del Centro de México, generando una cultura distintiva. Sus formas de organización social, sus estrategias de supervivencia, el manejo de sus recursos naturales, su sistema religioso, sus manifestaciones artísticas y los vestigios de su arquitectura han significado un símbolo de inspiración para la cultura contemporánea.
Paquimé es un bien de valor cultural inscrito desde 1998 en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Porque es un testimonio excepcional de las relaciones entre los Pueblos del Norte de México y Mesoamérica; y ofrece evidencia única de la construcción con tierra y del su ensamble arquitectónico. Además a principios de 2015, quedó inscrita también en el Registro de Protección Especial de la UNESCO, al lado de otras ocho zonas arqueológicas de México.
Hacia el año 900 de nuestra era los pueblos del desierto llegaron a los Valles de Casas Grandes y fundaron un centro ceremonial que luego sería punto de encuentro en las rutas comerciales entre América del Norte y Mesoamérica. Llegaron cuando sus casas eran semienterradas con techos de ramas y recubiertas con lodo. Formaron pequeñas aldeas de una docena de casas ubicadas cerca de los arroyos.
Mezclando agua y tierra con una renovación arquitectónica hacia los años 1200 d.C. Los paquimenses construyeron las paredes de sus casas empleando madera para modelar los muros. Los techos eran de vigas y tierra apisonada. Construyeron más de mil cuartos para dar forma a Las Casas Grandes que llegaron a tener hasta cuatro pisos de altura.
El éxito de este pueblo se refleja en sus obras para controlar el agua y a la vez retener el suelo mediante la construcción de trincheras y terrazas. Estos sistemas se extendieron desde las montañas hasta los valles del río Casas Grandes. En Paquimé el sistema hidráulico es uno de las instalaciones más importantes del complejo residencial. Construyeron aljibes, canales, acequias, drenajes y laguna de oxidación de desechos, que atravesaban las Casas a través de muros y pasillos ara el manejo del agua en la Ciudad.
El pueblo de Casas Grandes se extendió por todo el noroeste de Chihuahua. Sus límites fueron hacia el Este las Dunas de Samalayuca y la región de Villa Ahumada, Hacia el Sur, La región Babícora, Hacia el Oeste las Casas en los Acantilados de la Sierra Madre Occidental y Hacia el Norte la región de Janos, Carretas y Ascensión.
En Paquimé se conjugan elementos culturales provenientes de Mesoamérica y elementos culturales de los pueblos del desierto. Esto quedó plasmado con los montículos ceremoniales que aquí se encuentran; El juego de Pelota es un símbolo de la fertilidad. La serpiente y la guacamaya también. El simbolismo que Paquimé encierra tiene que ver con la reproducción de la vida, la fertilidad, el florecimiento y la muerte. Paquimé es el Centro Ceremonial de la Cultura Casas Grandes.
Distribuidos de acuerdo a la historia de quienes les dieron vida se encontraron cerca de 24 toneladas de materiales arqueológicos. Entre algunos de estos podemos mencionar objetos de concha, turquesa, cerámica, madera, cestería, plumería, piedras, tierras, cobre, pigmentos, pieles, fibras, cultivos, granos, textiles, adornos personales, fetiches, instrumentos de trabajo, instrumentos musicales, guacamayas, guajolotes, representaciones mágicas en arte mural y rupestre, detalles y acabados arquitectónicos, restos óseos, enterramientos y ofrendas. Son algunos de los muchos objetos que se exhiben en el museo de sitio.
Desde 1936 el Instituto Nacional de Antropología e Historia ha orientado sus esfuerzos a la investigación, conservación y divulgación del bien. De 1956 a 1962 el Arqlgo. Charles Di Peso excavó 2/3 de las casas. El Arqlgo. Eduardo Contreras inició entonces el proyecto de conservación de los vestigios. En 1985 el Arqlgo. Ben Brown continúo con esa labor. Hoy en día al proyecto de investigaciones arqueológicas y de conservación del sitio las dirige el Arqlgo. Eduardo Gamboa Carrera.
Actualmente se pueden observar los muros expuestos a la intemperie de la construcción de un masivo arquitectónico de uso habitacional hecho de barro, empleando moldes de madera, ascendían en hileras formando muros que después cubrían con vigas y tierra apisonado. Al método usado para llevar a cabo la conservación de los vestigios de Las Casas Grandes lo denominamos “Aplanados de Sacrificio”; que consiste en recubrir los elementos originales mediante una capa del mismo material, tierra batida. Este procedimiento permite encapsular los muros y mantener la apariencia de originalidad que requieren los criterios de restauración demandado por los acuerdos internacionales en cartas respaldadas por la UNESCO.
A un costado de esta zona se encuentra el Museo de las Culturas del Norte, un recinto que alberga una de las más bellas colecciones arqueológicas del norte de México recuperada durante las excavaciones en este sitio con proyectos de investigación. Entre algunos de los objetos que se exhiben se pueden mencionar piezas de cerámica de tipos polícromos y en especial vasijas antropomorfas y zoomorfas, madera, cestería, lítica, piedras semi-preciosas, textiles, objetos suntuarios, restos óseos, maquetas didácticas del sitio y su arquitectura, dioramas, materias primas (concha, minerales etc.)