AGENCIAS
Yolanda Andrade no quería dejar de ser ella al someterse a un procedimiento para rejuvenecer su rostro.
Después de pasar 11 días de tratamiento con el doctor Miguelángel Guevara para lucir 10 años más joven, la conductora quedó impactada y agradecida.
«Te puedes operar los senos y si quedan disparejos o algo te los tapas, te los arreglas, pero la cara cómo, y en mi experiencia he visto muchas caras que cambian y a mí me daba mucho miedo», dice Yolanda en entrevista.
«Con el doctor tuve esa intuición cuando me dijo cómo iba a ser la situación».
De acuerdo con el médico, el procedimiento que utilizaron se llama Morpheus 8, que consiste en piquetes de aguja que entran en su piel y descargan energía.
Para la conductora el éxito en su tratamiento está en que no recurrió al bisturí y siguió al pie sus terapias para que diera resultado el trabajo en su rostro.
«Teníamos que reposicionar, levantar sus tejidos ya sea mejilla, cuello, abrir los ojos poco más, quitarle esas arruguitas finas y grandes», detalla el cirujano plástico, estético y reconstructivo.
«En segundo lugar le planchamos el cuello y la rama mandibular que lo que hacen es definir la parte baja para que nos veamos más jóvenes y delgados».
La actriz de 48 años no utilizó láser sino plasma y radiofrecuencia y un toque de botox.
Para ella el motivo para deshacerse de sus arrugas fue que quería mejorar. «Yo en mi juventud le di mucho vuelo a la hilacha, tuve exceso de drogas, alcohol, de sol y mi cara lo supo», comenta.
Lo que sí es que, hablando de otro tipo de operaciones, explica que no lo haría, pues se siente bien con como está.
Además después de este rejuvenecimiento sólo ha recibido llamadas de felicitación.
«Tengo muchas amigas que quieren hacerse el procedimiento», comenta.
«Me da mucha emoción verme tan bien, sentirme tan bien».
Yolanda inició su carrera en la telenovela Yo no creo en los hombres (1991), junto a Gabriela Roel y Alfredo Adame, lo cual le abrió las puertas a otras producciones importantes como Las secretas intenciones en (1992), obteniendo su primer papel protagónico al lado de Cristian Castro.
Luego consiguió su segundo protagónico en Buscando el paraíso en (1993), con Pedro Fernandez y Alex Ibarra, y luego realizó Retrato de familia, en donde fue villana.
«Te puedes operar los senos y si quedan disparejos o algo te los tapas, te los arreglas, pero la cara cómo, y en mi experiencia he visto muchas caras que cambian y a mí me daba mucho miedo», dice Yolanda en entrevista.
«Con el doctor tuve esa intuición cuando me dijo cómo iba a ser la situación».
De acuerdo con el médico, el procedimiento que utilizaron se llama Morpheus 8, que consiste en piquetes de aguja que entran en su piel y descargan energía.
Para la conductora el éxito en su tratamiento está en que no recurrió al bisturí y siguió al pie sus terapias para que diera resultado el trabajo en su rostro.
«Teníamos que reposicionar, levantar sus tejidos ya sea mejilla, cuello, abrir los ojos poco más, quitarle esas arruguitas finas y grandes», detalla el cirujano plástico, estético y reconstructivo.
«En segundo lugar le planchamos el cuello y la rama mandibular que lo que hacen es definir la parte baja para que nos veamos más jóvenes y delgados».
La actriz de 48 años no utilizó láser sino plasma y radiofrecuencia y un toque de botox.
Para ella el motivo para deshacerse de sus arrugas fue que quería mejorar. «Yo en mi juventud le di mucho vuelo a la hilacha, tuve exceso de drogas, alcohol, de sol y mi cara lo supo», comenta.
Lo que sí es que, hablando de otro tipo de operaciones, explica que no lo haría, pues se siente bien con como está.
Además después de este rejuvenecimiento sólo ha recibido llamadas de felicitación.
«Tengo muchas amigas que quieren hacerse el procedimiento», comenta.
«Me da mucha emoción verme tan bien, sentirme tan bien».
Yolanda inició su carrera en la telenovela Yo no creo en los hombres (1991), junto a Gabriela Roel y Alfredo Adame, lo cual le abrió las puertas a otras producciones importantes como Las secretas intenciones en (1992), obteniendo su primer papel protagónico al lado de Cristian Castro.
Luego consiguió su segundo protagónico en Buscando el paraíso en (1993), con Pedro Fernandez y Alex Ibarra, y luego realizó Retrato de familia, en donde fue villana.
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