LA NACION
El asesinato de John Lennon fue un hecho que marcó al mundo entero por su impacto y la violencia del hecho. Pero aunque muchas personas creyeran que fue un homicidio inevitable, su esposa, Yoko Ono, confesó en una entrevista con Elliot Mintz, publicada en su último libro, “We All Shine On: John, Yoko and Me”, que tenía conocimiento sobre que la vida del músico corría peligro.
Durante la conversación con la artista japonesa, el escritor ahondó en el mundo de la superstición mística que rodeaba a la pareja. “Si tus asesores son tan buenos, ¿por qué ninguno de ellos predijo lo que iba a pasar con John?”, le consultó sin vueltas.
Ante eso, Yoko Ono respondió: “¿Cómo sabés que no me advirtieron? Me dijeron que estaba en peligro en Nueva York y que debía sacarlo de inmediato. Por eso lo mandé a Bermudas durante el verano, pero no podía mantenerlo alejado para siempre. Tenía que volver en algún momento”.
“Sabes cómo se sentía John respecto a su seguridad. Hablamos de esto cuando mataron a tu amigo (el actor Sal Mineo). John decía: ‘Si van a atraparte, te van a atrapar’. No importaba lo que mis asesores me dijeran, él no creía en los guardaespaldas. Quería ser libre”, concluyó Ono.
Las últimas palabras que pronunció John Lennon antes de morir
El 8 de diciembre de 1980, Mark David Chapman decidió llevar adelante uno de los atentados más recordados de los últimos tiempos: matar al legendario músico John Lennon. Pocas fueron las personas que presenciaron el asesinato, uno de ellos el portero del edificio Dakota, de New York, Joe Many, quien intentó socorrer a la estrella.
En la serie documental Lennon: Murder Without a Trial (Apple TV+), el hombre dio a conocer las palabras que intercambio con Lennon antes que se desvaneciera. “John pasó corriendo a mi lado. Él dijo: ‘me han disparado’. Le salía sangre de la boca. Simplemente, se desplomó en el suelo. Lo hice rodar hasta quedar boca arriba, le quité las gafas y las puse sobre el escritorio. Y Yoko (Ono) gritaba ‘traigan una ambulancia, traigan una ambulancia, traigan una ambulancia’”, recordó Joe.
Otro de los testigos de este atentado fue el taxista Richard Peterson, quien contó en la miniserie cómo fue aquella noche imborrable en su memoria. “Lennon estaba entrando al edificio y el hombre dijo su nombre. Era un hombre fornido. Lo miró a través de la ventana delantera de mi taxi. Lo estoy mirando y le dispara (…) Pensé que estaban rodando una película, pero no vi luces ni cámaras ni nada, así que me di cuenta de lo que ocurría realmente”, explicó.
Cabe destacar que Chapman intentó obtener la libertad condicional en reiteradas oportunidades. De acuerdo con distintas agencias que tuvieron acceso a sus declaraciones juradas, el asesino señaló que estaba consciente de que “lo que pretendía hacer era incorrecto” y, a su vez, era tanto “su deseo por sobresalir” que estaba dispuesto a llegar a las últimas consecuencias.
“Quería tanto la fama que estaba dispuesto a darlo todo y quitar una vida humana. No voy a culpar a nada más ni a nadie más por traerme hasta aquí”, declaró el autor del atentado, quien estaba seguro de cada movimiento. Al día de hoy, Chapman cumple su sentencia en el Centro Correccional de Green Haven, en Nueva York.