Antes de La Conquista, los indígenas ya realizaban ofrendas y evocaban a sus fallecidos; conoce cómo se hacían en la época prehispánica y dónde experimentarlo en Yucatán
El Día de Muertos en la época prehispánica no se conmemoraba en noviembre; el mes de agosto y octubre era cuando se recordaba a los fallecidos, por lo menos entre los nahuas. “Existían dos fiestas dedicadas al culto a los muertos: Miccailhuitontli o Fiesta de los Muertecitos, en el noveno mes del calendario nahua, que equivalía al mes de agosto del año cristiano y la Fiesta Grande de los Muertos, el décimo mes del año”, menciona la antropóloga Ana Paila Pintado en la publicación La festividad indígena dedicada a los muertos en México, de Conaculta.
Desde entonces, el Día de Todos los Santos es una de las tradiciones más sensibles de los mexicanos, y aunque después de La Conquista se transformó, aún mantiene destellos de lo que acostumbraban nuestros antepasados en la época prehispánica, agregando algunos elementos como el papel picado o el pan de muerto: una muestra pura del mestizaje.
Para experimentar de cerca un poco más de los orígenes de esta fecha, podemos viajar a pueblos al interior del país en los que todavía predominan las costumbres indígenas; por ejemplo, los mayas de Yucatán y su Hanal Pixán, una palabra que proviene de dos vocablos en lengua maya, “hanal” que es alimento y “´pixán” que significa ánima del ser humano.
De acuerdo con el antropólogo social Julio Sosa, la celebración maya abarcaba todo el mes de noviembre y se rendían ofrendas en espacios designados al interior de sus viviendas. Además, menciona que la existencia de aparentes similitudes fue aprovechada por los españoles, “entre ellas el culto a la cruz que los mayas utilizaban desde el preclásico tardío (representación del árbol del yaxché -ceiba sagrada) elemento indispensable en la mesa del Hanal Pixán”.
“En esta cultura no existía el cementerio, los deudos se enterraban en el patio de su casa, en cenotes o en sitios ceremoniales, de acuerdo con la jerarquía del difunto; se abría una fosa y en la misma tierra, sin ataúd, colocaban el cadáver introduciéndole en la boca cierta cantidad de comida para que pudiera alimentarse mientras reposaba”, menciona.
Ofrendas de ayer y hoy
En la actualidad, el estilo de una ofrenda puede variar; sin embargo, para los mayas el altar representa la cosmovisión del mundo. Se monta en tres niveles: el cielo, la tierra y el inframundo; se coloca una cruz de ceiba en el centro para conectar con el norte, sur, este y oeste.
“Los puntos cardinales se manifiestan en la forma rectangular del altar; en cada dirección se coloca una ofrenda a los elementos fundamentales de la vida: agua, luz- calor, tierra y aire. Además, se elabora la mesa de la ofrenda con ramas de la planta X’koloojché, con cuatro horquetas hechas de la madera del árbol tóoj che o jaábin (no usaban clavos, ya que pensaban que los difuntos podían lastimarse)”.
La celebración entre los mayas comienza desde la elaboración o adquisición de utensilios para montar la ofrenda, como incensarios, velas, jícaras y hasta hojas de plátano, que eran usadas como mantel. Se dice también que nadie debe tocar los altares hasta que sean entregados a los difuntos, que se manifiestan como abejitas, mariposas o algún insecto.
Asomo a la cultura maya
Vive un poco de los orígenes prehispánicos en el Festival de las Ánimas Hanal Pixán en Yucatán (del 24 de octubre al 12 de noviembre), evento que haciendo honor al nombre, ofrece no solo actividades alusivas al Día de Muertos, sino también platillos típicos como pibes o mucbilpollos.
Participarán los municipios de Puerto Progreso, Izamal, Peto, Valladolid, Tizimín y Tekax; cada localidad envolverá al visitante con distintas expresiones, que van desde una muestra de altares, la representación del juego de pelota maya, el paseo de las ánimas al panteón o conciertos en cenotes, hasta una misa en lengua maya.
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grupos étnicos de México, aproximadamente, mantienen festividades indígenas en torno a los muertos
DELIMITACIÓN
Se cree que la región donde más se celebra esta fecha es en la zona centro-sur del país
OTRAS FLORES
Para decorar los altares mayas se utilizan flores silvestres como el amor seco, las teresitas; también hierbas para aromatizar como ruda, romero y albahaca
TONALIDADES
Las velas de niños deben ser de color azul, verde, amarillo, blanco y las de adultos café o negras
BANQUETE
En la ofrenda preponderan platillos derivados del maíz y productos frescos como la papaya, nanche o calabaza