Por: Diana Hurtado
La tristeza embarga a una joven de Tennessee, Estados Unidos. Vestida de novia y con mucho dolor, visitó la tumba de su prometido para darle el último adios.
Mohammad Sharifi no pudo ver a su prometida Sara Baluch vestida de novia. El joven de 24 años fue asesinado cuando intentaba vender su consola de Xbox One.
Ellos iban a casarse el fin de semana pasado pero una llamada de la policia cambió su destino y su vida para siempre.
Sara se puso su vestido y su velo blanco y en lugar de caminar hacia el altar caminó bajo la lluvia hasta llegar a la tumba de Mohammad, en un cementerio en Nashville.
El novio recibió un disparo en el estacionamiento de un complejo de apartamentos, el pasado 19 de febrero.
Se había quedado de ver con un hombre que conoció por Facebook y quien supuestamente le compraría su Xbox One.
El joven fue trasladado de urgencia al hospital pero al preguntar por él una enfermera le dijo que había muerto.
«Tomó mi mano y me dijo: Lo siento mucho. Le dispararon. No lo logró», expresó tristemente la chica al Times Free Press.
«Era como si el mundo hubiera sido arrancado de debajo de mí. Sentí como si estuviera cayendo y no parara. Me desmayé.
«Cuando me desperté, pensé: No, esto es un sueño. Nos casábamos en dos semanas”.
El pasado domingo Sara acudio al cementerio a despedirse de su prometido. Le dedicó palabras de amor y le leyó varios versos del Corán.
Además confesó que Mohammad la visitó en sus sueños días después de su muerte.
“No me habla. Él sólo viene a mí y me abraza. Eso es todo lo que hace”, dijo.“Estoy feliz. Estoy muy agradecida. Eso es lo más cercano que he estado abrazándolo”.
«Lo siento mucho, Mohammad. Lo siento mucho. Lo siento mucho”, expresaba entre lagrimas.
Su familia la acompañó en su dolor y rezaron junto con ella.
D’Marcus White, de 20 años, fue detenido y acusado por la muerte del joven, días antes de su boda.