Por el Mtro. Salvador Echeagaray, académico de la Universidad Autónoma de Guadalajara
¿Ha notado que cuando escribe algo a mano, se lo aprende más rápido?
¿Se acuerda que cuando hacía acordeones en la secundaria, muchas veces no tenía necesidad de sacarlos? ¡Eureka, ya se los había aprendido!
Y es que, la escritura a mano genera conexiones neuronales que no se dan cuando se escribe en el teclado de una computadora.
Pero, objetará: ¡En el teclado también se usan las manos!
Sí, pero no es lo mismo.
Además, si quiere aprender mucho escriba en letra cursiva o itálica, esa que para muchos es de viejitos.
Así es, según resultados del proyecto de investigación de Karin James, profesora de Ciencias Psicológicas y Cerebrales en la Universidad de Indiana que compara la letra impresa con la manual cursiva, se reveló que aprender letras mediante la escritura a mano activa redes en el cerebro que no se activan al escribir en un teclado, incluida un área conocida por jugar un papel clave en la lectura.
Aunque no lo crea, en más de 20 estados de la Unión Americana se está optando por desarrollar esta técnica de escritura que es más estética que la llamada letra de molde o scrip.
Pero ¿cuáles son las ventajas de la letra cursiva?
1. Agiliza la escritura. Se escribe más rápido pues, no se levanta el lápiz en cada letra. Por eso se llama cursiva, que sigue un curso.
2. Desarrollo cognitivo: Favorece la concentración pues, hay que estar atento en realizar las conexiones gráficas entre letras.
3. Mejora la comprensión lectora. Debido a la conexión gráfica en las letras.
3. Se toma más conciencia de la ortografía, pues hay que poner acentos al final de la frase.
4. Favorece la motricidad fina. Cada letra se conecta con la otra mediante terminaciones y principios gráficos específicos.
5. Es más estética, se presta más a realizar adornos en los caracteres.
6. Entiende uno las cartas de la abuelita, (jeje, es chascarrillo).
Por lo anterior lo invitamos cordialmente a escribir en cursiva y si no sabe, no es complicado aprender.
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– Profe, ¡no entiendo nada de lo que pone en el pintarrón!
– Es que es letra cursiva.
– ¡Uff, con trabajos y aprendí a leer en la otra!
¡PLOP!!!
* El autor es docente de filosofía en la Universidad Autónoma de Guadalajara.