LA NACION
El partido entre Venezuela y la Argentina se jugaba como se podía. Con demasiada agua y una pelota que rodaba cuando el césped la dejaba. Un escenario imposible para jugar al fútbol.
En ese contexto difícil, y después de un par de chances para ambos en donde el agua frenó el balón, llegó el 1 a 0. A los 12 minutos de la primera etapa llegó un tiro libre de Lionel Messi desde la izquierda. La pelota cayó en el medio del área chica y allí la despejó el arquero Romo.
Pero el doble puñetazo fue con poca puntería: la pelota dio en su compañero Osorio y le quedó servida a Otamendi que abrió el marcador con un toque frente al arco vacío.
El de esta tarde en Maturín es el tercer gol del zaguero en estas Eliminatorias, lo que lo convierte en uno de los máximos artilleros del seleccionado argentino en esta competencia junto a Lionel Messi.
Su compromiso es en las dos áreas, porque a los 40 Venezuela estuvo a tiro del empate. Un centro de Soteldo fue para Rondón, el atacante conectó la pelota y su remate pasó por debajo de las piernas de Rulli. En cámara lenta, el balón se fue arrimando a la línea de gol, pero antes de que entre fue Otamedi el que rechazó el peligro.
El zaguero siempre está. Es la bandera de la resistencia en una selección argentina que va dando paso en los últimos años a la renovación después de los aquellos tiempos grises y turbulentos. Ota siguió adelante mientras era señalado, como otros de su generación, por la falta de títulos. A 15 años de su debut en el seleccionado mayor, en mayo de 2009 en un amistoso con Panamá, y con 36 cumplidos en febrero pasado, su sentido de pertenencia tiene un correlato con el nivel de juego. Librado de la pesada mochila de ser una de las caras de la época del “que se vayan todos” tras la serie de vueltas olímpicas en la Copa América 2021, la Finalissima 2022, el Mundial de Qatar 2022 y la Copa América 2023, Otamendi no se dio por cumplido. Quiso más. Siempre quiere más. Siente que puede dar más y Scaloni lo avala con la continuidad de sus convocatorias.
Un dato más que expone su plena vigencia: el futbolista marcó su séptimo gol con la camiseta argentina y se trepó al podio de los defensores más goleadores de la historia albiceleste junto a Roberto Ayala (7). En el segundo peldaño aparece Juan Pablo Sorín (11) y en la cima, bien arriba, está Daniel Alberto Passarella, con 23.
En un segundo tiempo más parejo y con menos agua, Venezuela fue una y otra vez en busca de la igualdad. Y la encontró con una gran jugada. Soteldo, por la izquierda, movió su cadera y dejó desairado a Montiel. El centro, perfecto, fue conectado por Salomón Rondón en el medio del área chica, entre Pezzella y Otamendi. El cabezazo fue impecable y sacudió la red del arco defendido por Rulli, que no atinó a salir a interceptar.