Pekín, China.- Un tribunal chino condenó hoy a cinco años de prisión al activista Liu Feiyue, fundador de un portal web de noticias sobre derechos humanos, denunció Human Rights Watch (HRW).
En un comunicado remitido a los medios, la ONG reclamó a las autoridades del país asiático que anulen la sentencia -que lo declara culpable de «subversión contra el Estado», acusación frecuentemente utilizada por el Gobierno chino contra activistas y disidentes- y liberen a Liu «sin condiciones».
Liu fundó en 2006 la página web Civil Rights & Livelihood Watch (CRLW) y fue detenido a finales de 2016 en su casa de Suizhou (centro), siendo acusado entonces de «recibir ayuda del extranjero» en actividades para «incitar a la subversión».
Aparte de los artículos que publicaba en su portal, Liu elaboró informes anuales sobre violaciones de derechos humanos en China desde 2014 hasta que fue arrestado.
«Perseguir al editor de una página web sobre derechos humanos muestra lo asustado que está el Gobierno chino de la información independiente sobre los abusos desde dentro de China», lamentó la investigadora para China de HRW Wang Yaqiu, que considera la sentencia «una parodia judicial que busca asustar a otros que puedan seguir sus pasos».
«Liu Feiyue y otros han dado voz a mucha gente que ha sufrido abusos por parte de las autoridades chinas. Este tipo de procesos muestran que el Gobierno chino aún tiene mucho que esconder cuando se trata de violaciones de los derechos humanos», agregó Wang.
Asimismo, el documento denunció que el proceso contra Liu «se ha visto afectado por la negación de su derecho a asistencia legal y otras infracciones de los procesos establecidos»; de hecho, las autoridades acabaron por retirar la licencia a uno de los abogados de Liu, Weng Donghai.
La fiscalía había acusado al activista de «atacar el actual sistema político», «difamar al Gobierno chino» y «divulgar información dañina para el poder del Estado y el sistema socialista».
En marzo de 2018, Reporteros sin Fronteras (RSF) divulgó un comunicado en el que aseguraba temer por la vida de una decena de periodistas y blogueros encarcelados en China, entre los que figuraba Liu.
