Efectiva con los casos que no son complejos
EL UNIVERSAL
Una de las consecuencias que está dejando la pandemia son los divorcios. Para muchas parejas quedarse en casa significó peleas y desacuerdos que los llevó a tomar la decisión de separarse. Por ello con el aumento de personas que solicitan este trámite, las autoridades de Australia buscaron una solución y la encontraron en una aplicación basada en inteligencia artificial.
Tania Sourdin, profesora, decana de la Facultad de Derecho de la Universidad de Newcastle explica que la herramienta en línea se llama Amica y está diseñada para ayudar a las parejas que desean divorciarse a hacer arreglos para la crianza de los hijos y dividir sus bienes. La necesidad de este tipo de tecnología se manifiesta al ver el aumento en el número de parejas que quieren separarse.
Una encuesta de mayo realizada por Relationships Australia encontró que el 42% de los encuestados experimentó un cambio negativo en su relación con su pareja bajo restricciones de bloqueo lo que, en algunos casos, está llevando al rompimiento definitivo de la relación. Es por ello que Australia ha experimentado un aumento en el número de parejas que buscan asesoramiento sobre separación y ahí es donde entra Amica, un chatbot que utiliza inteligencia artificial (IA) para hacer sugerencias sobre cómo las parejas pueden dividir su dinero y propiedades en función de sus circunstancias.
La intención de este desarrollo es agilizar los trámites y, además, ahorrar un poco de dinero y tiempo a las parejas si es que logran llegar a un acuerdo. Incluso, de acuerdo con una investigación desarrollada por la Universidad de Newcastle, las parejas que utilizan este sistema mostraron menos probabilidades a estar emocionalmente estresadas debido a que no se sienten juzgadas, lo que puede ayudar a generar convenios de una manera más fácil.
Sin embargo la tecnología no es útil en muchos casos. Los diseñadores de Amica destacan que la plataforma solo es adecuada para parejas que se separan de manera amistosa y sin situaciones complejas, como la violencia familiar. Esto se debe a que, en su nivel de desarrollo actual, los chatbots solo pueden generar una respuesta relativamente simple a partir de la información que se les proporciona.
Según el sitio web de Amica, «considera principios legales y los aplica a sus circunstancias». En otras palabras el software se basa en datos masivos (recopilados e integrados por sus diseñadores) de casos anteriores similares para hacer sugerencias a los usuarios. A pesar de que el sistema todavía es limitado, Amica demuestra el potencial de IA para resolver problemas legales en disputas familiares. Incluso, no es la única herramienta de este tipo en el ámbito legal.
En Australia ya existe una gama de servicios legales con inteligencia artificial como Penda que tiene como objetivo ayudar a las víctimas de violencia familiar proporcionando información legal y de seguridad gratuita; y Adieu que ayuda a las parejas a lograr acuerdos financieros y que, a través del chatbot «Lumi» les recomienda consejeros, abogados o asesores financieros.
El problema que muchos especialistas están encontrando con este tipo de sistemas es que, sin el factor humano, podría suceder que las sugerencias financieras y de crianza de los hijos que brinden las herramientas digitales lleguen a ignorar las necesidades de los niños y solo reflejar los intereses de los padres. También existe preocupación debido a que el acceso a plataformas en línea requiere cierta alfabetización digital y accesibilidad, lo que pone en desventaja a las personas que no tienen acceso a internet, un teléfono inteligente o una computadora. Por otro lado, se ha demostrado que la IA conlleva un potencial de sesgo por lo que es necesario un marco ético si se busca que este tipo de herramientas en verdad tengan una utilidad en el largo plazo.