Es evidente que hay una profunda división en la sociedad, y como menciona Denise Maerker, esta polarización tiene raíces profundas en la desigualdad social. Es comprensible que haya frustración y enojo cuando las personas sienten que no se les escucha o representan adecuadamente en el gobierno. Sin embargo, la respuesta no debería ser el odio o la denigración hacia quienes tienen opiniones diferentes. La democracia funciona mejor cuando hay un diálogo constructivo y respetuoso entre la las dos partes de votantes
Es importante para cualquier grupo político
Porque la oposición no propone ni construye nada. Porque sus simpatizantes está muy ocupados denigrando a quienes no piensan igual. Porque siempre es culpa de los «ignorantes». Porque, date cuenta, seremos una dictadura; quiero que te vaya bien, pero sólo si piensas exactamente igual que yo. Pueden seguir comportándose así. La burbuja, para su beneplácito, está muy bien protegida porque ni eso ha cumplido Morena: los privilegios siguen intactos y, de hecho, ahora se reparten también entre los que tengan la venia partidista. Así que tranquilos: sigan así, con su clasismo y odio. De ese modo, van a fracasar eternamente.