EFE
En Santa Rosa de Lima se respira el miedo, sus pobladores apenas asoman al pasar un extraño para volver a encerrarse en reacción al operativo de las fuerzas de seguridad contra el robo de combustible en el estado de Guanajuato.
Nadie entra o sale sin ser interrogado por la Marina, que desde el lunes 4 de marzo controla los accesos de esta comunidad de 2,800 habitantes, en el marco de la operación «Golpe de timón» lanzada por el Gobierno de Guanajuato.
Al inicio del operativo, la Armada rescató a seis personas que permanecían secuestradas y capturó a tres presuntos delincuentes, a los que se han sumado cuatro más detenidos en las últimas horas, según los reportes oficiales.
Los siete detenidos están señalados como presuntos integrantes del Cártel de Santa Rosa de Lima, organización criminal que desde este poblado controlaba el robo de combustible en una vasta región, explicó Sophía Huett López, comisionada de la Unidad de Análisis y Estrategia de Seguridad de Guanajuato.
Además, las Fuerzas de seguridad mexicanas le siguen la pista a José Antonio Yépez, alias «el Marro», señalado como el presunto líder de esta organización delictiva y quien tenía su principal centro de operación en Santa Rosa de Lima.
Llegar al pueblo no fue sencillo porque la madrugada del lunes los pobladores intentaron bloquear los accesos a la comunidad y para lograrlo quemaron media docena de vehículos en la carretera y en su calle principal.
Sobre el acceso al pueblo se observan vestigios de la resistencia de los pobladores a la entrada de las fuerzas del orden: decenas de vehículos con cristales rotos y otros que fueron utilizados como barricadas están reducidos a cenizas, como una escena de guerra.
Los habitantes de Santa Rosa de Lima están atrincherados y como prueba están las cortinas metálicas de los comercios, que permanecen abiertas a la mitad, listas para cerrarse en cualquier momento, en cuestión de segundos.
Al inicio del operativo, la Armada rescató a seis personas que permanecían secuestradas y capturó a tres presuntos delincuentes, a los que se han sumado cuatro más detenidos en las últimas horas, según los reportes oficiales.
Los siete detenidos están señalados como presuntos integrantes del Cártel de Santa Rosa de Lima, organización criminal que desde este poblado controlaba el robo de combustible en una vasta región, explicó Sophía Huett López, comisionada de la Unidad de Análisis y Estrategia de Seguridad de Guanajuato.
Además, las Fuerzas de seguridad mexicanas le siguen la pista a José Antonio Yépez, alias «el Marro», señalado como el presunto líder de esta organización delictiva y quien tenía su principal centro de operación en Santa Rosa de Lima.
Llegar al pueblo no fue sencillo porque la madrugada del lunes los pobladores intentaron bloquear los accesos a la comunidad y para lograrlo quemaron media docena de vehículos en la carretera y en su calle principal.
Sobre el acceso al pueblo se observan vestigios de la resistencia de los pobladores a la entrada de las fuerzas del orden: decenas de vehículos con cristales rotos y otros que fueron utilizados como barricadas están reducidos a cenizas, como una escena de guerra.
Los habitantes de Santa Rosa de Lima están atrincherados y como prueba están las cortinas metálicas de los comercios, que permanecen abiertas a la mitad, listas para cerrarse en cualquier momento, en cuestión de segundos.
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