LA NACION
Por la grandilocuencia continental de la Copa América, los focos de Latinoamérica se centraron en los incidentes de los jugadores de Uruguay con hinchas de Colombia, tras el partido semifinal que disputaron anoche en Charlotte. Sin embargo, simultáneamente con la furia de Darwin Núñez y otros integrantes de la Celeste que se observó por TV, en un partido de la segunda división de Brasil se desataba otro escándalo: todo ocurrió en el Campeonato Goiano, entre Grêmio Esportivo Anápolis y Centro Oeste, donde un policía disparó a un futbolista en la pierna y provocó una herida lacerante.
Después del pitazo final del árbitro, ambos conjuntos se trenzaron en una escaramuza y los efectivos policiales tuvieron que actuar para dispersar a los jugadores. El momento más impactante se dio cuando uno de los agentes disparó contra Ramón Souza, el arquero de Gremio. Consumada la violenta acción policial, enseguida los compañeros de Souza intentaron ayudarlo y llamaron al cuerpo médico, que atendió al futbolista en el campo de juego.
¿El saldo del incidente? El jugador tuvo una profunda herida en el aductor, pero el jugador se encuentra fuera de peligro, según explicó su club, en un comunicado en el que también condenó lo ocurrido:
“El Gremio de Anápolis llega al público para repudiar el lamentable, ridículo y repugnante suceso en el Estadio Jonas Duarte, la noche de este miércoles (10), por la duodécima ronda de la División de Ascenso.
Después del final del partido contra el equipo de Central Oeste, nuestro portero Ramón Souza fue cobardemente alcanzado por una bala de goma, disparada por un policía de la Compañía Especializada de Policía (CPE). Un acto horrible, increíble y criminal por parte de alguien que debe velar por la seguridad e integridad de las personas que se encontraban en el estadio Jonas Duarte.
El 10 de julio está marcado por un acto violento, sucio y horrible contra uno de nuestros jugadores, que nunca será olvidado. La GEA informa que tomará las medidas respectivas para que el responsable sea castigado y que se haga justicia, para que este acto criminal no quede impune. Nuestro portero fue atendido en el campo por el médico de GEA, Diego Bento, que le realizó los primeros auxilios en la UTI móvil”.