UN LLAMADO A LA UNIDAD DE LOS ANTORCHISTAS BOCOYNENSES
Juan Santiago Tolentino
La democracia la entendemos en lo más básico, como el derecho de que sea el pueblo quien elija a sus gobernantes en todos sus órdenes, desde el presidente de la República, hasta los presidentes municipales. Mientras estos, sabiendo que es la votación del pueblo la que les da el gane, hacen todo lo que esté a su alcance para conquistar la voluntad de las masas. Y todo lo que representa el proceso de campaña, una vil pelea de propaganda, de dinero, de estructura, de ofrecimientos, de imágenes acompañadas de las personas más humildes.
Aquel que se hace de un equipo de expertos en el engaño y la manipulación del pueblo y de asesores que proyectan la imagen del candidato como la mejor opción, es quien tiene casi ganado el triunfo. Alguna vez un candidato dijo: “ahora ya la gente quiere más dinero, antes votaban por $500.00, y ahora quieren $1,500.00., no tienen llene” Y me parece que en la medida en que los candidatos, en lugar de presentar un buen proyecto, con ideas nuevas, con propuestas verdaderamente aplicables que transformen y desarrollen los municipios para convertirlos en entornos agradables y cómodos para sus habitantes, si en lugar de esto, preparan sus campañas apostándolas a regalar más dinero, por las necesidades del pueblo, estos aceptarán y exigirán cada vez más a cambio de su voto.
Es el mejor momento para hacer un llamado al pueblo de México, incluidos los bocoynenses, para decirles que: en la medida en que de los candidatos aceptemos sus dadivas, sus promesas y su dinero, cuando uno de todos los candidatos gane, sentirán que el voto del pueblo quedó saldado cuando ese pueblo aceptó el dinero, y, estaremos condenando a que nuestro municipio siga sumido en el olvido, el abandono y la pobreza. El pueblo debe entender que la mejor forma de elegir al mejor candidato reside en la unidad del pueblo, de exigir al candidato el mejor proyecto de municipio, de estado, de nación y sobre todo de ser los síndicos, los auditores del cumplimiento de todo aquello que alguna vez fueron propuestas de campaña, y que ahora se tendrán que traducir en hechos concretos de obras carreteras, de agua, de luz, drenajes, escuelas, caminos, hospitales, programas de mejoramiento a la vivienda, etc. No bastan caras nuevas en la política, son necesarias ideas nuevas, ideas transformadoras.
En Bocoyna, como en el resto de los 67 municipios del estado de Chihuahua, renovaremos a nuestros presidentes municipales, y es el momento de que el pueblo de todos los municipios razone su participación y, sobre todo, que exija y vigile el verdadero cambio. El pueblo tiene que ser el eje central de todos los que contiendan en el siguiente proceso electoral.
Por mi parte, hago un llamado a todos los antorchistas del municipio de Bocoyna, a que nos mantengamos unidos y firmes en este proceso que se avecina, y que nuestra decisión de sumarnos a alguno de los proyectos sea sobre la base de lo que pueda ser de mayor provecho para los cientos de familias que representamos. Debe existir un verdadero compromiso de que se atenderán las necesidades más apremiantes de las familias humildes de nuestro municipio. Hay comunidades en las que urge una intervención decidida y real de las autoridades para resolver problemas básicos de servicios, tenemos comunidades que han sido abandonadas por décadas; existen barrios de las zonas urbanas que carecen también de los servicios más elementales. Estamos abiertos a escuchar las mejores propuestas y estamos listos para sumarnos al mejor proyecto de municipio. Hagamos valer nuestra unidad y nuestro deseo de convertir a Bocoyna en un municipio en desarrollo.