Reconocimiento a las mujeres sabias y a las que narran la historia A ellas se les brindan herramientas para que puedan redescubrir realidades y narrar experiencias.
Para mamita Deya, como es dicen con cariño en su comunidad a las mujeres con gran sabiduría, acciones como cocinar o coger una planta para hacer un baño o un riego deben ser precedidas por un ritual.
“No abrimos un espacio sin encomendarlo o sin pedir permiso. Y en las reuniones, por mínimo que sea el número de personas, siempre debe haber un centro energético”, enfatizó mamita Deya.
Deyanira Valdés (su nombre real) forma parte de la Red Nacional de Mujeres Afrodescendientes Kambirí y dentro de la organización es la coordinadora del capítulo de Medellín y de Valle de Aburrá, lugares donde realiza y enseña sus rituales.
Para su comunidad, por ejemplo, el alimento se realiza a partir de rituales en los fogones porque “desde ese lugar también establecemos espiritualidad con los alimentos”, destacó.
Estos rituales sanadores y de enseñanza despiertan el interés de muchas personas que quieren conocerlos y aprender, por lo que “siempre estamos dispuestas a enseñar, incluso desde la academia, ya que hago parte del grupo de investigaciones de estudios interculturales y coloniales de la Universidad de Antioquia”, añadió mamita Deya.
Precisamente, su proyecto de rituales que fortalece su cultura ancestral, la llevó a ganar un reconocimiento en el 2018 y, de esta manera, a convertirse en un referente para las comunidades afrocolombianas del país.
El ‘Reconocimiento a la dedicación del enriquecimiento de la cultura ancestral de las comunidades negras, raizales, palenqueras y afrocolombianas dentro del decenio afrodescendiente’ fue entregado por el Ministerio de Cultura como parte de su programa de reconocimientos de la dirección de Poblaciones.
No abrimos un espacio sin encomendarlo o sin pedir permiso. Y en las reuniones, por mínimo que sea el número de personas, siempre debe haber un centro energético
Además, para visibilizar a líderes y lideresas se han realizado estrategias digitales y murales para darlos a conocer. En palabras de Luis Sevillano, director del programa, el objetivo es “fomentar un diálogo para aplicar el enfoque diferencial en las políticas culturales del país; es decir, tomar las medidas necesarias para hacer posible que las políticas culturales puedan ser disfrutadas por los grupos vulnerables: mujeres, niños, poblaciones negras afrocolombianas, raizales y palenqueras, comunidades indígenas, campesinos, LGBTI, gitanos y población con discapacidad.
Mujeres narran
Desde la cocina, el arte, el tejido, la música, la danza, la elaboración de artesanías, la palabra, la escritura y el lenguaje audiovisual, entre otras actividades, las mujeres logran narrar su territorio. Para lograrlo se les brindan las herramientas con las que puedan redescubrir sus realidades y narrar sus experiencias.
Este programa fue lanzado en el 2020 dentro de la conmemoración del Día de la Mujer (9 de marzo) con el objetivo de cerrar las brechas y reconocer el poder de sus voces.
Saberes y sabores es un libro que, a través de narrativas de mujeres afros y de la cocina tradicional, retratan historias de vida.
También se realizan talleres de cuento, crónica, poesía y ‘oralitura’ para mujeres de entre 17 y 65 años en Tumaco, Nariño. Así mismo, se hicieron dos proyectos piloto con mujeres campesinas del Cauca y con indígenas de Arauca para formarlas en el oficio narrativo y de creación.
Lenguas nativas, un legado del país para proteger
Colombia tiene 69 lenguas nativas: 65 indígenas, 2 de las comunidades negras (una con base en el español, que es el palenquero, y otra con base en el inglés, que es el creole), la romaní y la de señas. Por ello, la ley de lenguas (Ley 381) manifiesta que se debe permitirles y garantizarles el acceso a todas las instancias sociales.
Antonia Agreda, quien pertenece al pueblo inga (de la rama quechua) y es la asesora de los asuntos de patrimonio lingüístico en el Mincultura, explica que desde allí promueven una comunicación informada y una promoción de las lenguas para que sean visibilizadas.
Por ejemplo, con motivo de la pandemia, “se realizaron traducciones en audios, a 11 lenguas nativas, brindándoles todas las orientaciones necesarias para la prevención de la enfermedad, qué significaba la pandemia y demás datos necesarios, gracias al apoyo y la difusión de 398 medios comunitarios”, precisó Agreda.
Accesibilidad a las personas con discapacidad
La gran apuesta del Ministerio de Cultura para las personas con discapacidad es generar todos los mecanismos para facilitar el acceso a la diferente oferta cultural (información y programas) y contribuir al cierre de las brechas existentes.
«Somos el único Ministerio que tiene todo su portafolio traducido a la lengua de señas colombianas», resaltó Luis Sevillano, director del programa de poblaciones del Ministerio de Cultura.
Somos el único Ministerio que tiene todo su portafolio traducido a la lengua de señas colombianas
Además, destacó que todas las intervenciones que hace esta entidad cuentan con interpretación y traducción de las lenguas colombianas.
Por ejemplo, la lengua de señas ya es considerada lengua nativa, por lo que están construyendo un plan decenal que permita el fortalecimiento de todas las lenguas nativas.
*Un proyecto de contenidos editoriales especiales, con el auspicio del Ministerio de Cultura.