Trump y Homan planean deportaciones masivas antes de asumir el poder
Eagle Pass, Texas. – . El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y su designado encargado de la frontera sur, Tom Homan, anunciaron hoy que ya están en marcha los planes para llevar a cabo deportaciones masivas de migrantes indocumentados antes de que Trump asuma oficialmente la presidencia en enero de 2017.
En un encuentro con el gobernador de Texas, Greg Abbott, en la ciudad fronteriza de Eagle Pass, Homan, quien se desempeñó previamente como director del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), aseguró que la administración Trump no esperará hasta el mes de enero para implementar sus políticas migratorias. «Ya estamos planeando las deportaciones masivas. No vamos a esperar hasta enero, ya comenzamos», dijo Homan, quien fue apodado “zar de la frontera” por su enfoque duro hacia la inmigración ilegal.
El enfoque de Trump en la frontera sur busca intensificar las medidas para frenar la inmigración ilegal y se basará en las políticas migratorias implementadas por el estado de Texas, que incluyen el uso de tropas en puntos clave de la frontera y la instalación de kilómetros de alambre de concertina para evitar el cruce de migrantes. Homan elogió dichas medidas, asegurando que son un “modelo” para ser replicado a nivel nacional.
Estas declaraciones coinciden con la designación de Homan como el nuevo encargado de la frontera sur, un puesto clave dentro de la administración de Trump. El presidente electo lo describió como “el mejor para vigilar y controlar nuestras fronteras” y lo puso a cargo de la implementación de las deportaciones masivas.
Sin embargo, la propuesta ha sido fuertemente criticada por organizaciones de derechos humanos y defensores de los inmigrantes. Estos grupos han alertado sobre las consecuencias humanitarias que podrían derivarse de una política tan agresiva, así como sobre el impacto negativo en la economía estadounidense. Según un informe de la organización American Immigration Coalition, las deportaciones masivas podrían reducir el Producto Interno Bruto (PIB) de EE. UU. entre un 4,2 % y un 6,8 %, lo que se traduciría en pérdidas económicas de entre 1,1 y 1,7 billones de dólares anuales.
A pesar de las críticas, Homan se mostró firme en su postura y aseguró que las deportaciones son necesarias para proteger las fronteras y la seguridad nacional de Estados Unidos.