Bernd Debusmann Jr – BBC News
El expresidente Donald Trump dijo que no espera presentarse a las elecciones de 2028 en caso de perder en los comicios presidenciales de Estados Unidos, previstos para este noviembre.
Trump, de 78 años, ha sido el candidato republicano en tres elecciones nacionales consecutivas y, en los últimos ocho años, ha transformado enormemente ese partido.
En una entrevista, con Sinclair Media Group, en la que se le preguntó si podía prever otra candidatura si pierde ante la candidata demócrata Kamala Harris, el exmandatario respondió: «No, no lo creo. Creo que… eso será todo».
Y añadió: «No lo veo en absoluto«.
Sin embargo, indicó que «con suerte, vamos a tener mucho éxito».
La legislación estadounidense prohíbe a los presidentes cumplir más de dos mandatos, por lo que de llegar a ganar, tampoco podría presentarse como aspirante en las elecciones de 2028.
En el pasado, el magnate del sector inmobiliario rara vez ha reconocido la posibilidad de perder en los comicios.
De hecho, con más frecuencia se ha encargado de entusiasmar a sus partidarios con discursos y publicaciones en las redes sociales en las que promete la victoria en las urnas.
Pero esta es la segunda vez en cuatro días que menciona la posibilidad de una derrota.
Fondos
Durante un evento organizado por el Consejo Israelí Estadounidense, el jueves, el líder republicano mencionó la posibilidad de perder y sugirió que cualquier derrota de ese tipo sería en parte culpa de los votantes judíos.
«¿Saben qué diablos pasará si no gano esta elección?», señaló, según varios informes de los medios de comunicación.
«Y los judíos tendrían que ver mucho si eso sucede porque con un 40% (de apoyo) eso significa que el 60% está votando por el enemigo».
Esos comentarios fueron criticados por la campaña de Harris y por el Comité Judío Estadounidense y la Liga Antidifamación, ambas organizaciones no partidistas.
Los reconocimientos de Trump de una posible derrota podrían reflejar cómo han cambiado las perspectivas del Partido Demócrata desde que Harris se convirtió en su candidata, tras la decisión del presidente Joe Biden de abandonar la carrera hacia la Casa Blanca.
Su campaña recaudó más de US$190 millones en agosto, en comparación con los US$130 millones que consiguió la campaña de Trump y las organizaciones afiliadas.
En las encuestas
En los promedios de las encuestas nacionales que sigue la BBC, Harris lleva ventaja sobre Trump, y una encuesta publicada el domingo por la cadena estadounidense CBS muestra que supera a Trump con un 52% frente a un 48% a nivel nacional.
En los estados clave de Estados Unidos que parecen estar destinados a ser decisivos para el resultado general, Harris tiene una ventaja más estrecha del 51% frente al 49%, lo que supone una ligera mejora respecto del 50% de una encuesta similar realizada el mes pasado por la CBS, el socio de noticias de la BBC.
Otra encuesta publicada el domingo por la también cadena estadounidense NBC muestra a Harris con una ventaja de cinco puntos porcentuales sobre Trump en todo el país.
También encontró que el 48% de los votantes registrados la ven de manera positiva en comparación con el 32% en julio.
Se trata del mayor salto desde que la simpatía hacia el entonces presidente George W. Bush aumentó después de los ataques del 11 de septiembre de 2001.
Pero, al igual que otras encuestas, la encuesta de la NBC mostró que Trump tenía una clara ventaja entre los votantes en algunos de los temas más importantes de la elección, incluida la economía, el costo de vida y la inmigración.
La BBC se ha puesto en contacto con la campaña de Trump para obtener comentarios sobre los datos de la encuesta.