El 28 de marzo de 2025, Washington, D.C., fue escenario de una de las tragedias más impactantes de los últimos tiempos: un accidente aéreo que involucró a un avión regional de American Airlines y un helicóptero militar Black Hawk. La colisión dejó 63 muertos, 60 pasajeros y 3 tripulantes a bordo del avión y 3 soldados en el helicóptero. Sin embargo, el dolor por la pérdida de vidas no fue lo único que conmocionó a los estadounidenses. En las semanas previas al desastre, el presidente Donald Trump despidió a cientos de funcionarios de la Administración Federal de Aviación (FAA) y a miles de controladores aéreos, lo que rápidamente provocó una serie de cuestionamientos sobre si esas decisiones pudieron haber tenido algún impacto en la tragedia.
Los despidos en la FAA: ¿Un juego estratégico?
A tan solo ocho días del accidente, Trump confirmó que la FAA había despedido a aproximadamente 400 funcionarios clave, además de remover al jefe de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) y a más de 3,000 controladores aéreos. La controversia aumentó cuando se reveló que el comité asesor de seguridad aérea, creado después del atentado de Lockerbie en 1988, también había sido disuelto. Este comité, compuesto por representantes de aerolíneas, sindicatos y víctimas de tragedias aéreas, jugó un papel fundamental en la implementación de medidas de seguridad tanto en aeropuertos como en aerolíneas.
El impacto de las políticas de contratación y la diversidad en la FAA
El presidente Trump, en declaraciones posteriores, criticó abiertamente las políticas de diversidad implementadas por los gobiernos de Barack Obama y Joe Biden en la FAA. Según Trump, estas políticas redujeron los estándares de seguridad al contratar a controladores aéreos con lo que él calificó de «problemas intelectuales y psiquiátricos». En un discurso durante la crisis, Trump afirmó: “Tenemos que tener a la gente más inteligente. No puedes tener gente común haciendo este trabajo”. Para Trump, la política de diversidad prevaleció sobre la competencia y la capacidad profesional, lo que, a su juicio, contribuyó a la caída en los estándares de seguridad aérea.
¿Qué pasó en el accidente de Washington?
El accidente ocurrió cerca del río Potomac, cuando un avión regional de American Airlines, con 60 pasajeros y 4 tripulantes a bordo, impactó con un helicóptero Black Hawk que transportaba a 3 soldados del ejército. Aunque los detalles sobre las causas del accidente siguen bajo investigación, se sabe que los controladores aéreos involucrados guiaron tanto al helicóptero como al avión hacia la misma ruta aérea, lo que resultó en la fatal colisión. Grabaciones revelaron que, 30 segundos antes del impacto, uno de los controladores aéreos preguntó al piloto del Black Hawk si podía ver el avión que se acercaba.
La relación entre los despidos y el accidente aéreo
Las medidas tomadas por la administración Trump antes del accidente, especialmente el despido masivo de funcionarios clave y el congelamiento de la contratación de nuevos empleados civiles, han generado una creciente preocupación entre los críticos. Muchos han señalado que, al reducir el personal capacitado en áreas críticas, como los controladores aéreos, se podrían haber puesto en peligro las medidas de seguridad y coordinación aérea.
El despido de controladores aéreos, sumado a la eliminación del comité asesor sobre seguridad en la aviación, ha generado un debate sobre si estas decisiones fueron responsables de la falta de preparación que, en última instancia, podría haber contribuido al accidente. Incluso Stephanie Bernstein, quien perdió a su esposo en el atentado de PanAm 103, cuestionó abiertamente las decisiones de Trump: “Ingenuamente pensé que no harían nada para poner en riesgo la seguridad aérea, pero ya no estoy tan segura”, declaró a la agencia AP.
Reacciones y acusaciones tras el accidente
Las reacciones a la tragedia no se hicieron esperar. Las redes sociales se inundaron de críticas hacia la administración Trump, y muchos usuarios comenzaron a vincular los despidos con la tragedia, argumentando que la falta de personal experimentado y la reducción en la contratación de controladores aéreos generaron condiciones propicias para el accidente. Mientras tanto, Trump, desde la Casa Blanca, expresó su pesar por la pérdida de vidas humanas, pero rápidamente desvió la responsabilidad hacia las administraciones pasadas de Obama y Biden, culpando a las políticas de diversidad por la “falta de calidad” en la contratación de personal.
¿Es este un caso de política o de seguridad?
En medio de la tragedia, muchos se preguntan si las decisiones de Trump fueron una simple cuestión de política interna o si realmente impactaron la seguridad aérea. Si bien la investigación sobre el accidente aún está en curso, las acusaciones y los despidos, combinados con la situación crítica en la que se encontraba la FAA, hacen que el caso sea aún más complejo y polémico. Mientras tanto, la tragedia sigue dejando cicatrices en las familias de las víctimas y en la reputación de la administración Trump.