Vuelve tensión por Corea
Fiel a su estilo intempestivo y contradictorio, el presidente de Estados Unidos Donald Trump anunció ayer jueves la cancelación de la cumbre con el líder norcoreano, Kim Jong-un, programada para el 12 de junio en Singapur, al tiempo que el Pentágono se declaró «preparado» para responder militarmente contra Pyongyang «esta misma noche». Norcorea se declaró abierta a dialogar.
La anulación de un encuentro que serviría como punto de inflexión para resolver la crisis coreana y avanzar en la desnuclearización fue la confirmación definitiva del cambio de tono de la relación entre EEUU y Corea del Norte.
La tensión aumentó especialmente cuando Washington mencionó la posibilidad de aplicar con Kim el «modelo libio», como se conoce al acuerdo firmado en 2003 con Libia para la eliminación de su arsenal nuclear. Sin embargo, al final, el líder libio Muammar Gaddafi fue derrocado por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en 2011 y terminó asesinado por una turba enardecida.
Las promesas de protección no convencieron a Kim y los planes comenzaron a caerse cuando el vicepresidente de EEUU, Mike Pence, insistió en esa vía. La viceministra norcoreana de Exteriores, Choe Son-hui, calificó a Pence de «pelele político», «estúpido» e «ignorante», y subrayó que «si EEUU quiere que nos encontremos en una sala de reuniones o en una confrontación nuclear depende de su decisión».
Según Trump, esas declaraciones fueron el detonante para cancelar la cumbre, decisión que tomó sin consultar a nadie ni avisar a los aliados en la región. «Tristemente, y en base al enorme enojo y la abierta hostilidad reflejada en una declaración reciente, siento que es inapropiado en este momento celebrar un encuentro ampliamente planificado», dice la carta enviada por Trump.
«Continuaremos nuestra campaña de presión, eso no ha cambiado. En términos de si estamos preparados para combatir esta misma noche, sí; siempre ha sido así», advirtió la portavoz del Departamento de Defensa, Dana White.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, aseveró que desde hace días no recibía respuesta de sus contrapartes con las que organizaba el encuentro.
La semana pasada, Norcorea había advertido que para que la reunión pudiera llevarse a cabo EEUU y Corea del Sur deberían suspender las maniobras militares que realizan en conjunto.
Trump lamentó la «oportunidad perdida» y aseguró que el ejército estadounidense está «más preparado que nunca» para responder a cualquier «acto imprudente» de Pyongyang, y advirtió que la capacidad nuclear de EEUU es «tan masiva y poderosa que rezo a Dios que no tenga que ser usada nunca». Aún así, no descartó una reconciliación.
El Ministerio de Exteriores de Corea del Norte lamentó la cancelación aunque reiteró su disposición «a sentarnos cara a cara en cualquier momento para resolver el problema».
El presidente surcoreano Moon Jae-in se mostró «perplejo» y «lamentó profundamente» la nueva situación.
La anulación de un encuentro que serviría como punto de inflexión para resolver la crisis coreana y avanzar en la desnuclearización fue la confirmación definitiva del cambio de tono de la relación entre EEUU y Corea del Norte. (AP)