Marcelo Stiletano
“Perry Farrell fue una bestia enloquecida”. Este retrato del líder de la banda Jane’s Addiction en su mayor momento de furia fue hecho por su propia esposa, Etty Lou Farrell. De ella surgió el primer relato detallado del escándalo que se produjo en la noche del viernes, sobre el escenario y en pleno recital, cuando Farrell encaró al guitarrista Dave Navarro con la visible intención de agredirlo y tuvo que ser separado por el resto de los integrantes de la banda. El concierto que se realizaba en el Leader Bank Pavillion, de Boston, terminó abruptamente después del altercado.
Desde su cuenta de Instagram, la esposa del cantante y líder de Jane’s Addiction dio este sábado su versión de los hechos y agregó un detalle todavía más inquietante: dijo que el bajista Eric Avery le dio varios puñetazos a Farrell y le aplicó una llave sobre el cuello para inmovilizarlo, algo que no se aprecia con claridad en el video sobre el incidente que publicó de inmediato un fan en las redes sociales.
Esta pelea de todos contra todos dentro de Jane’s Addiction complica las perspectivas de la primera gira de la banda en los últimos 14 años y que todavía tiene pendientes otras 15 actuaciones, la primera de ellas prevista para este domingo 15 en Connecticut . Hasta el momento no hubo información oficial sobre el incidente y su posible impacto en los próximos días. Lo único que trascendió en las últimas horas fue el testimonio de la esposa de Farrell con su propia versión de lo ocurrido.
Según Etty Lou Farrell, su esposo estaba muy enojado por una serie de problemas de sonido que venían de larga data en la gira y que estallaron en Boston, cuando sintió que su voz se ahogaba. Elogió a Navarro por la “frialdad” con la que enfrentó la situación y cargó con dureza contra Avery, a quien le reprochó haber reaccionado “de manera exagerada”, inclusive con golpes contra su marido.
“Perdió los estribos”
“La frustración de Perry fue en aumento, noche tras noche. Sentía que el volumen del escenario era extremadamente alto y que su voz estaba siendo ahogada por la banda. Perry venía sufriendo tinnitus y dolor de garganta todas las noches. Y cuando el público de la primera fila comenzó a quejarse con él, maldiciéndolo porque la banda tocaba a un volumen demasiado alto y nadie podía escucharlo, Perry perdió los estribos ”, escribió Etty Lou Farrell sobre el escandaloso recital de Boston.
Cuando la banda empezó a tocar “Ocean”, estalló la trifulca. Según Etty Lou, Farrell no estaba listo y fue sorprendido por el comienzo del tema. “El volumen del escenario estaba tan alto en ese momento que Perry no podía escuchar nada más allá del estruendo y la vibración de los instrumentos. Al final no estaba cantando, sino gritando solo para que lo escucharan”, detalló la mujer del cantante.
En el video difundido en las redes sociales que registra ese momento, Farrell se enoja con Navarro, le grita cosas en la cara, le pega con el hombro de manera muy agresiva y amenaza con darle una trompada. Lo que ocurrió inmediatamente después no quedó muy claro porque las luces del escenario empezaron a apagarse y no pudo verse bien qué ocurrió cuando varias personas, luego identificadas como dos asistentes de la banda y el bajista Avery, aprisionan al furioso Farrell y lo alejan del imperturbable Navarro.
“¿Quién ganó la pelea? –se pregunta Etty Lou Farrell al reconstruir desde su mirada todo lo ocurrido-. Por supuesto, Eric Avery”. Explicó que mientras Navarro mantenía a distancia a Perry para tratar de llevar calma, el bajista “se acercó a Perry en la oscuridad, le hizo una llave de cabeza y le pegó tres puñetazos en el estómago”. Después contó que uno de los asistentes de la banda logró apartar a Avery, pero pocos segundos después éste volvió al epicentro del conflicto: “Eric, despreocupado, se dirigió hacia el centro del escenario para disculparse por el final precipitado del espectáculo”.
Tras los golpes, el llanto
Según la esposa de Farrell, el cantante de Jane’s Addiction conocido también como creador del Festival Lollapallooza, su marido se comportó “como una bestia enloquecida durante la siguiente media hora, tras la cual no se calmó, pero sí se derrumbó y lloró y lloró”. También habló de varios “golpes bajos” aplicados por Avery contra la humanidad de su compañero y cantante de Jane’s Addiction.
En los posteos de varios fans y algunas reseñas se venía advirtiendo antes del accidentado recital que las cosas entre los miembros de Jane’s Addiction no estaban bien. Una de esas críticas detalló lo ocurrido en Florida hace un mes, cuando Farrell tomó una botella entera de vino durante el concierto y empezó a balbucear incoherencias mezclando varios temas (pasturas para el ganado, hongos alucinógenos, surf, discusiones políticas con su hermano). Un testigo contó que en ese momento Navarro trató de hacer callar a su compañero con un acorde muy fuerte de la guitarra.
A comienzos de la última semana, en una de las dos actuaciones programadas en Nueva York como parte de la gira, Farrell se disculpó ante los fans por sus problemas vocales. “Algo anda mal con mi voz. De repente no puedo articular las notas”, dijo. Otros conciertos de la gira terminaron sin problemas y en uno de ellos, como si fuese un anticipo irónico de lo que ocurriría en Boston, Farrell frenó el concierto al ver que algunos fans se estaban peleando en la platea.
Ya pasaron 20 de las fechas previstas durante la extensa gira y se esperan 15 más antes del cierre, el 16 de octubre, en Los Ángeles. Siempre y cuando las cosas no terminen antes. Por ahora, la banda permanece en silencio.