Construcción irregular y más edificación vertical, temor de expertos
TIJUANA.-El tercer municipio más poblado del país, Tijuana, es vulnerable ante un eventual sismo de magnitud superior a los 6.0 grados Richter, pues falta de vigilancia en construcciones y la escasa inversión de autoridades en herramientas de prevención ante esos movimientos colocan a la ciudad en un escenario adverso.
El más reciente temblor en Ridgcrest, California, que alcanzó una intensidad de 7.1 grados y se percibió en Tijuana, volvió a prender las alertas entre expertos en sismología y Protección Civil que ven con preocupación la poca conciencia que existe en la ciudad sobre los riesgos del impacto de un terremoto.
A finales de los años 90, el ayuntamiento impulsó el proyecto Radius, según el cual un sismo de 6.5 grados generado en las fallas cercanas a la ciudad dejaría un saldo de por lo menos dos mil 500 muertes, 20 mil lesionados y más de 100 mil damnificados, sin contabilizar las pérdidas económicas que habría en la industria manufacturera, turística y de servicios.El documento, citado por el director de Protección Civil de Baja California, Antonio Rosquillas Navarro, contempló datos estadísticos de otros terremotos en el mundo registrados en ciudades con cultura de protección civil e infraestructura similar a la de Tijuana.
“Tijuana está rodeada de un subsistema de fallas, generado por el movimiento de las placas del Pacífico y Norteamérica. En Tijuana tenemos la falsa sensación y creemos que nunca va a pasar un sismo.
En Mexicali sí tienen una mentalidad de sismos, pero con una falsa sensación de seguridad, porque el último terremoto (2010) fue un terremoto de suerte, que por sus características no provocó más daños”, comentó.
Según el funcionario estatal, un eventual temblor de grandes magnitudes provocaría daños en todo el municipio, sin embargo, las delegaciones de Playas de Tijuana, San Antonio de los Buenos, Sánchez Taboada y La Mesa, corren un mayor riesgo debido al tipo de suelo y construcción que hay sobre las demarcaciones.
“Tenemos gran cantidad de deslizamientos ocasionados por uso y sobreuso de terreno. La zona Río, la de mayor desarrollo, tiene alto grado de peligro porque en un fenómeno donde se den las sacudidas del terremoto se mezcla tierra con el agua y los edificios se hunden”, agregó.
Aunque hay advertencias del peligro de un terremoto, los gobiernos estatal y municipales no han destinado recursos en materia de prevención e infraestructura, para reducir los posibles daños. Es tal la falta de preocupación, que actualmente no hay una partida especial para el estudio de terremotos, a diferencia de California, que invierte millones de dólares en centros de monitoreo y supervisión.
“Faltan proyectos específicos, que lo tomen como política sería”, manifestó Rosquillas Navarro.
FALLAS PUEDEN GENERAR SISMOS DE 7.0 GRADOS
El investigador del Departamento de Sismología del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), Luis Humberto Mendoza Garcilazo, advirtió que Tijuana está rodeada de fallas geológicas que pueden provocar sismos de entre 5.5 y 7.0 grados, y pese a que no hayan liberado fuerza o generado un terremoto, su actividad sísmica y su longitud llaman a estar prevenidos ante cualquier movimiento telúrico.
“Las fallas tienen la capacidad suficiente, por su longitud, de generar problemas. En Tijuana no tienen idea de lo que significa que un sismo se sienta muy fuerte. Entre más cercano esté el epicentro se va a sentir con más intensidad, hasta ahorita han sido de distancias lejanas, de por lo menos 250 kilómetros”, apuntó.
Pese a los avisos que han llegado a la localidad para que exista una mayor cultura de prevención de desastres naturales, para el experto en sismología este municipio está muy lejos de estar preparado para un movimiento de grandes magnitudes.
“Debemos seguir preparándonos no solo para el big one, sino para cualquiera en las ciudades de Baja California, que están rodeadas de fallas activas y capaces de generar un sismo. Es hora de tomar con más responsabilidad este fenómeno natural”, manifestó.
IMPOSIBLE SUPERVISAR LA AUTOCONSTRUCCIÓN
El riesgo se agrava como consecuencia de la limitada capacidad del ayuntamiento para vigilar protocolos de construcción. El expresidente del Colegio de Arquitectos de Tijuana, José Luis Araiza Velazco, explicó que las familias de ingresos medios y bajos no cuentan con el presupuesto para pagar un arquitecto o técnico que supervise el desarrollo de la obra.
“La autoconstrucción se sale de control, estamos realmente rebasados porque la autoridad no tiene personal”, puntualizó.
Además, la administración municipal no sanciona a las personas que cometen irregularidades al momento de construir.
“La autoridad es muy tibia porque se da en gente de escasos recursos. Las personas no tienen ninguna seguridad en lo que construyen. Lo barato sale caro”, aseveró.
Además, en la ciudad cada vez hay más desarrollos verticales y viviendas construidas en terrenos invadidos ubicados en zonas de riesgo.
Después de los sismos de 1985 y 2010, cada abril y septiembre se realizan simulacros en los cinco municipios de Baja California, con el objetivo de orientar a la población sobre cómo actuar si ocurre un sismo en Tijuana. Ciudadanos consultados por El Sol de Tijuana aseguraron saber qué protocolo seguir en caso de que se presente un temblor en la ciudad, no obstante, ninguna de las personas entrevistadas dijo contar con un kit de emergencia.
“En el sismo pasado (4 de julio) estaba trabajando en un cuarto piso, lo único que pudimos hacer fue salir corriendo y algunos gritaron. Afortunadamente, nadie salió lastimado, pero no quiero imaginar lo qué pasaría si nos llega a tocar un sismo como el de la Ciudad de México”, mencionó Samuel Pérez.