Berlín, el ‘hermanísimo’ sociópata de El Profesor de ‘La casa de papel’, vuelve a la vida en una serie derivada AGENCIA
Berlín, el ‘hermanísimo’ sociópata de El Profesor de ‘La casa de papel’, vuelve a la vida en una serie derivada, ‘Berlín’, donde se cuenta, con mucho sentido del humor, uno de sus golpes más sonados: hacer desaparecer casi como por arte de magia 44 millones de euros en joyas.
«Vivo el regreso de Berlín desde el asombro -dice a EFE el protagonista absoluto de la serie, Pedro Alonso-, porque es un personaje que está muerto y que se revivió a base de flashbacks».
Cuando esto pasó, tras su última aparición en ‘La casa de papel’, le dijo a uno de los creadores, Álex Pina, que no sabía si sería capaz de sostener un personaje como este en flashback, pero le «sorprendió», señala el actor español
La trama de esta nueva serie de ocho capítulos, que se estrenarán todos a la vez el 29 de diciembre, se centra en el personaje de Alonso cuando, en los años previos al encierro en la Fábrica de la Moneda, es un ladrón de guante blanco que prepara un robo extraordinario, acompañado de una variopinta banda de delincuentes.
Son Keila, una ingeniera electrónica (Michelle Jenner), el catedrático y filántropo Damián (Tristán Ulloa), Cameron (Begoña Vargas), una kamikaze que vive siempre al límite, Roi (Julio Peña) el ‘perro faldero’ de Berlín y Bruce (el debutante Joel Sánchez), el hombre-acción.
Que haya ocurrido este ‘spin-off’, afirma Alonso, le ha ayudado mucho a seguir confirmando algo que suele integrar en su vida «y que es estar siempre abierto, confiar en lo que la vida te ofrezca y renovarte».
Pina, y Esther Martínez Lobato, los creadores de ‘La casa de papel’, explican a EFE que tenían un poco de «saturación mental de relatos claustrofóbicos con una tensión muy fuerte que se adueñaba en ocasiones de la serie».
«Teníamos necesidad de bucear en un espacio más confortable, más abierto», dice Martínez Lobato.
«Berlín no deja de ser Berlín -asegura la ‘showrunner’-, pero no deja de ser interesante coger un personaje con tantas sombras y tanta oscuridad y ponerlo en un lugar absolutamente luminoso y en un relato con formato de comedia romántica».
«Es un impresentable -comenta Alonso de su personaje-, y las cosas que hace son una coartada, pero lo hace para sentir una emoción genuina. En un mundo tan disociado como el que vivimos, sentir es un valor importante y que cotiza».
Ulloa es «Pepito Grillo, es a quien le toca materializar las locuras de Berlín, incluso a veces, cuando se despista del propio plan, tiro de él, pero al mismo tiempo es un espejo de Berlín y Berlín de Damián, en el sentido de que son muy antagónicos y se intercambian posiciones en cuanto a filosofía de vida».
«Es un idelista, alguien muy loco, muy predecible y con un ramalazo peligroso, pero en este momento de su vida es un disfrutón, un hedonista, con esa cosa de vivir y quemar el presente y mañana, ya veremos», resume el actor.
«Cameron se apunta a un bombardeo, ella entra tarde a la banda y va buscando conexión con unos y con otros. Viene con un peso grande, pero creo que viene con la idea de sanar, a cerrarla. Y a pasárselo bien, a sentir adrenalina, a vivir, y a lo más grande», dice por su parte Vargas.
Julio Peña es Roi, «un perro amaestrado» que siente devoción por Berlín, un personaje «camaleónico» que se comporta de una manera según la persona.
«Este es un robo ‘David Coperfield’, más de ilusionismo. Todo esto -resume Álex Pina- demuestra que puedes coger cualquier personaje y meterlo en el mundo que quieras».
«Cuando entramos en Netflix lo hicimos sin publicidad y como fondo de armario», recuerda entre risas Pina, pero ‘La casa de papel’ «fue un milagro inexplicable, algo mágico que ocurrió y que aún no sabemos cómo interpretar».