Fue un Super Bowl mágico en todos los aspectos, pero se sabía, con mucho tiempo de anticipación, que Taylor Swift sería quien se llevaría los reflectores sin importar cuál fuera el resultado de este domingo. Y el triunfo de Kansas City, con el ala cerrada Travis Kelce en el equipo, vino a dar fin a una historia de película que empezó a gestarse hace unos meses.
Cuando la relación sentimental entre la cantante y el futbolista se hizo pública, y ella acudía a los estadios a verlo regularmente, la atención hacia la NFL se revistió de un toque consistente de glamour. Cada partido, su presencia alborotó todas las cámaras. Y el impacto de hizo sentir, desde luego, a nivel financiero: Taylor Swift le ha generado 331,5 millones de dólares a la NFL y a Kansas City, de acuerdo con la consultora Apex Marketing Group.
La camiseta de Kelce, en septiembre de 2023, luego de las primeras veces en que se les había visto juntos, subió su porcentaje de ventas hasta un 400%. El impacto de Swift fue total. Aunque también hubo críticas de algunos sectores de aficionados que reclamaban la atención que las cámara daban a Taylor en las transmisiones televisivas. Todo eso ha pasado a términos secundarios una vez finalizado el Super Bowl, pues más allá de la división de opiniones, Swift y Kelce han celebrado juntos en postales celebradas por multitudes fans de la NFL, de Kansas City y de la cantante, por supuesto.
Las Swifties, como se llaman a ellas mismas, son las fans de Taylor, que respaldan en todo a su referente y siguen sus pasos en cada actividad emprendida por la megaestrella pop. La incursión de Swift en el futbol americano no pasó desapercibida para ellas de ninguna manera. Se han implicado en la liga y este partido era clave: querían que ganara Kansas City para que Taylor Swift estuviera feliz. Y se logró. Tienen todos los motivos para festejar el triunfo de los Chiefs con idéntica algarabía que cualquier otro fan.