Se espera que la película de la gira de Swift, filmada en varios conciertos en SoFi Stadium del sur de California, se estrene con 100 millones de dólares o más AGENCIA AP
Greg Marcus ha estado en el negocio del cine por años, pero nunca esperó instar a los cinéfilos a sacar sus teléfonos durante una película, y mucho menos hacer pulseras de la amistad en preparación para un fin de semana de estreno.
Pero allí estaba el director ejecutivo y presidente de Marcus Corporation, con sede en Milwaukee, Wisconsin, ensartando cuentas mientras tarareaba Shake It Off.
Las salas de cine se preparan para un “asalto” como nunca antes habían visto, a partir del viernes, cuando se estrene Taylor Swift: The Eras Tour. Se espera que la película de la gira de Swift, filmada en varios conciertos en SoFi Stadium del sur de California, se estrene con 100 millones de dólares, o posiblemente más. Las ventas anticipadas de entradas en todo el mundo ya han superado los 100 millones de dólares.
“Esto es diferente”, dice Marcus. “Saca tu teléfono. Tómate selfies. Baila, canta, levántate, pásala bien. Queremos crear una atmósfera”.
Las películas de conciertos, por supuesto, no son nada nuevo. Apenas el mes pasado, el clásico de Talking Heads Stop Making Sense regresó a los cines décadas después de su estreno. Pero The Eras Tour presagia algo nuevo y potencialmente revolucionario en la industria cinematográfica.
Dos de las estrellas más importantes del planeta, Swift y, en diciembre bajo un acuerdo muy similar, Beyoncé, se dirigen a los cines con proyectos únicos en su tipo, hechos directamente con AMC Theatres, que eluden a los estudios de Hollywood y que, por ahora, dejan a los servicios de streaming esperando al margen.