Tarro de los buenos deseos de 2022 para enseñar optimismo a los niños
Echo la mirada atrás y 2021 ha sido un año complicado. La pandemia por coronavirus nos ha puesto en jaque y, aunque hemos empezado a ver un poco de luz gracias a la administración de vacunas, nuestra salud mental está resentida. Parece difícil ser optimistas en los tiempos que corren, ¿verdad? Sin embargo, en el equipo de Guiainfantil.com tenemos un mantra: los pensamientos positivos marcan la diferencia. Por ello, en esta ocasión, te hablamos sobre una técnica que se puede usar con los niños para ayudarles a ser más optimistas: el tarro de los buenos deseos de 2022.
A continuación podrás leer más sobre una estrategia para educar a tus hijos para que sean optimistas en tiempos de pesimismo. ¡A por el 2022!
Cuando los problemas y preocupaciones hacen oscurecer nuestro día a día, es muy complicado ver y reconocer esos pequeños puntos de luz que siguen teniendo lugar a nuestro alrededor. O, de una manera más gráfica (pero menos poética): hasta los diamantes dejan de verse si los escondemos en un montón de estiércol.
Sin embargo, cuando nos detenemos un momento y reflexionamos, nos damos cuenta de que, aunque ocurren cosas terribles, también vivimos momentos bonitos: un abrazo que nos ha dado nuestro hijo, las palabras de reconocimiento de nuestro jefe, ese mensaje de una amiga… Son esos momentos buenos, aunque sean pocos, los que nos cargan de energía y optimismo para seguir nuestros pasos.
Como a veces resulta complicado reconocer esos pensamientos positivos, sobre todo cuando nos sentimos desbordados y tristes, debemos dejarlos por escrito. Y aquí entra en juego nuestro tarro de los buenos deseos para el 2022.
Cómo usar el tarro de los buenos deseos para 2022
La mecánica de este pequeño juego o estrategia familiar es muy sencilla. Solo tenéis que escribir en pequeños papeles algunos mensajes positivos a los que podáis acudir siempre que sintáis que las preocupaciones están ganando a vuestro optimismo. Es, por tanto, un recurso que pueden usar los padres para recobrar su positividad, pero también podemos utilizarlo para enseñar a los niños a ser más optimistas y a apreciar esas pequeñas grandes cosas (muchas veces inmateriales) que nos rodean y que nos hacen felices.
Estos mensajes pueden ser de distintos tipos:
– Propósitos, metas y buenos deseos de cara al nuevo año 2022
‘En el 2022 vamos a utilizar un lenguaje más afectivo en casa’, ‘Este nuevo año vamos intentar tener más paciencia’, ‘Este 2022 vamos a ser más felices’, ‘Vamos a decirnos te quiero muchas más veces’…
– Pensamientos positivos
‘Si creo que puedo, ya estoy a medio camino’, ‘La alegría es el mejor remedio contra el desánimo’, ‘Lo que se hace con amor, florece con amor’…
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– Momentos familiares que nos encantan
‘Me encanta cuando mi hermana hace conmigo los deberes’, ‘Me gusta leer un cuento con mamá antes de dormir’…
– Agradecimientos y reconocimientos
‘Quiero dar las gracias a papá por preparar esa receta de albóndigas tan ricas’, ‘Qué bien lo pasamos cuando jugamos sin discutir, ¡muchas gracias’…
– Fotografías bonitas y especiales
Incluso, podéis imprimir alguna pequeña fotografía en la que se pueda ver un momento especial para vosotros: la celebración de un cumpleaños, las últimas vacaciones…
El objetivo es que siempre que necesitéis un poco de optimismo, leáis alguno de estos mensajes. De esta forma, ayudaréis a vuestra mente a centrarse en las cosas positivas en lugar de en las malas. ¡El optimismo ha llegado a vuestros hogares!
No dudéis en volver a escribir mensajes positivos nuevos para alimentar vuestro tarro de 2022; todas las veces que queráis a lo largo de todo el año. Es un ejercicio de optimismo y agradecimiento que cambiará la actitud tanto de los adultos como de los niños.
Paso a paso para hacer el frasco de la positividad para 2022
Preparar el tarro de los buenos deseos de 2022 y de los pensamientos positivos es muy sencillo. Toma nota… ¡y manos a la obra!
1. Es fundamental que toda la familia participe en el proceso de fabricación de nuestro tarro. Si todos nos involucramos desde el primer momento, la técnica será mucho más efectiva, ya que la asumiremos como un proyecto en común. Antes de comenzar a hacer el tarro en sí, debemos explicar a los niños qué es lo que vamos a hacer y cómo lo vamos a hacer (adecuando el lenguaje a su edad, pero sin pensar que son tontos).
2. Una vez que todos sabemos qué tenemos entre manos, es hora de buscar nuestro tarro. Debemos dar con un recipiente que tengamos en casa y que podamos reciclar. Las posibilidades son casi infinitas: un tarro de cristal de las judías o garbanzos (¡bien limpio!), la caja de las galletas vacía, la caja de los pañuelos de tocador… incluso un sobre grande o un estuche.
3. ¡Ha llegado el momento creativo! Es hora de decorar nuestro tarro / frasco / caja / sobre de los buenos deseos como más nos guste. Podemos usar pegatinas, témperas, purpurina… ¡a gusto de la familia!
4. Una vez que todos estéis conformes con el resultado, debéis buscar un lugar de la casa especial donde colocarlo. Puede ser en el salón, en el dormitorio de los niños, en la cocina… Donde queráis. Tened en cuenta que os vais a reunir a menudo entorno a él, por lo que tiene que estar en un espacio en el que os sintáis a gusto.
5. Recortad en cuadrados pequeños un folio y escribid vuestros mensajes positivos y buenos deseos de 2022. Cuando los tengáis, los debéis introducir en vuestro frasco. Podéis hacerlo todas las veces que queráis a lo largo del año.
6. Ya tenéis listo para usar vuestro tarro de los pensamientos positivos. ¡Estará siempre preparado para cuando sintáis que lo necesitáis!
Por qué transmitir optimismo a nuestros hijos
Se nos ocurren muchas razones que nos pueden convencer para usar el tarro de los buenos deseos de 2022 con nuestra familia. Aquí van algunas de ellas:
– El optimismo es el motor de la felicidad, pero también es aquello que nos impulsa a luchar y esforzarnos por nuestras metas (las que nos propongamos para el 2022 y las que establezcamos a largo plazo). Y es que, si no somos positivos y estamos convencidos de que podemos lograr algo, no vamos a trabajar por ello.
– Cuando los niños son optimistas, tienen una actitud ganadora frente a la vida.
– Según se explica en el estudio ‘Emociones positivas, una herramienta psicológica para promocionar el proceso de resiliencia infantil’ (escrito por Carolina Greco, Gabriela Morelato y Mirata Ison para la revista científica Psicología: Cultura y Sociedad), la esperanza y el optimismo están muy relacionados con la resiliencia, una palabra que alude a nuestra capacidad para adaptarnos a las situaciones que se nos ponen por delante. Y si hay algo que hemos necesitado en el 2021 y seguramente seguiremos necesitando en 2022, es MUCHA resiliencia.
– Cuando enseñamos a los niños a ser optimistas, son más capaces de sacar las cosas buenas de las situaciones complicadas, lo que les ayudará a ser más felices a lo largo de su vida.
– Cuando somos optimistas, somos más felices. Sin embargo, es importante que no caigamos en una felicidad tóxica que nos lleve a ignorar el resto de nuestras emociones escondiéndolas bajo una falsa sonrisa. Es importante que enseñamos a nuestros hijos a reconocer, vivir y gestionar todas las emociones.